Aunque se nos haga complicado, después de unas deliciosas vacaciones de verano (para algunos más que para otros), siempre hay que acabar regresando a la oficina. Si tenemos vacaciones es justamente porqué nos hemos pasado los once meses restantes trabajando, es por ello que luego, después de unos dÃas de descanso, volver al trabajo no deja de ser un incordio.
Hay que pensar en positivo, ya que lo peor, no es ir a trabajar, sino empezar la rutina, una vez la empezamos cada vez es más sencillo seguir con ella, como bien sabemos es algo bastante fácil de asimila una vez se inicia, sobretodo si se piensa que antes de navidades aún tendremos algún respiro más.
Si realmente quieres empezar en la oficina con buen pie, lo que debes hacer sobretodo es concienciarte. Por ejemplo, si tienes pensado ir de vacaciones fuera, es importante que te des tres dÃas antes de volver para que asà puedas descansar y hacerte a la idea. Intenta durante esos dÃas no hacer muchas cosas: quedarte en casa, tomártelo con calma y sobretodo descansar, es la mejor manera de qué regresar al trabajo no sea una tortura china.
Otra manera de motivarte para ir a trabajar es pensar en los diversos puentes y festivos que hay antes de llegar a navidad, por lo que si lo piensas bien tampoco vas a estar agobiada durante mucho tiempo. En realidad lo más duro serán los primeros dos o tres dÃas hasta que te pongas al dÃa de todo y vuelvas a la rutina tranquila de siempre, asà que piensa en positivo y ya verás como la vuelta a la oficina no se te hace tan pesada.
Entre otras cosas, también puedes hacer una lista de aquello que te gusta del trabajo, como puede ser hablar con tus compañeras de trabajo, tomar el café con ellas a media mañana o el paseo que haces antes de regresar a casa.
Piensa que las rutinas son positivas asà que tranquila y ya verás como volver a la oficina después de tantos dÃas de descanso no es tan complicado, asà que disfruta de tus últimos dÃas y descansa.