Todas soñamos con tener una piel sana y brillante durante el verano. Pero para cumplir este deseo, debemos poner de nuestra parte. Preparar la epidermis requiere cierta preparación: exfoliar, peeling, tonificar, hidratar y modelar. Veamos una serie de consejos para que la piel recupere su tonicidad y esté lista para exponerse al sol.
Retinol, polÃmeros, vitaminas, hormonas o ácidos de frutas son los productos de belleza que se llevan la palma. Se trata en realidad de beneficiarse de sus activos revolucionarios para dar más luz a la epidermis.
Una piel limpia
Nuestra piel debe continuamente combatir las agresiones externas. Al final de la jornada, se acumula una serie de impurezas sobre el rostro y su film hidrolipÃdico protector se ve mermado. Con el fin de restaurar la pureza y el equilibrio, es necesario lavarse a diario y con suavidad la epidermis.
Los productos limpiadores son preparados cosméticos destinados a eliminar el polvo, las células muertas, el sudor, el sebo y las marcas del maquillaje, al igual que todas las impurezas que se acumulan sobre la superficie de la piel. Las substancias higiénicas están concebidas para respetar el pH cutáneo.
Jabón graso, jabón lÃquido, leche, gel y espumas conforman la oferta en función de cada tipo de piel, de la textura y del modo de uso de cada producto. Utilizados de manera cotidiana, permiten obtener un brillo y suavidad especial para la piel.
Hidratación, lo fundamental para la piel
Bien limpia, la piel requiere ser hidratada. Los cuidados hidratantes cumplen bien esta función. El film hidratante que depositan sobre la piel está constituido de cuerpos grasos que retienen la humedad de la epidermis e impiden que se evapore: la piel permanece de esta forma hidratada durante todo el dÃa.
Las emulsiones a base de liposomas o de cristales lÃquidos tienen una serie de activos que responden a las necesidades especÃficas de cada tipo de piel. Entre las cremas hidratantes de dÃa y de noche, las emulsiones, los fluidos anticontaminación y las microemulsiones antirrojeces, la elección del producto debe realizarse en función de cada tipo de piel, de su textura y del modo de utilización de cada cosmético.
Las pieles secas y sensibles prefieren las emulsiones «aceitosas» porque son ricas en activos calmantes y sobretodo contienen ceramidas, unas moléculas grasas capaces de retener el agua.