Si como el 90% de las mujeres, también vosotras os veis afectadas por la celulitis, y buscáis un método que funcione, podéis intentarlo a través de un tratamiento a base de masajes. Además de fundir las grasas responsables del aspecto de la piel de naranja, esta técnica mejora la circulación sanguÃnea y linfática.
Los muslos, los glúteos y las caderas son los primeras que se ven afectados por la acumulación de grasa: el masaje consiste en eliminar las células grasas y reavivar la circulación. Con las manos o ayudándose de un aparato, es el sistema más eficaz.
Con las manos
El masajista, o vosotros mismos debéis colocar las manos sobre las zonas que tienen mayor acumulación de celulitis. La piel se «pellizca» entre los pulgares y los demás dedos, de manera a formar un pliegue y ablandar los tejidos.
Estos movimientos se deben realizar de abajo hacia arriba (de la rodilla hasta arriba del muslo). Los movimientos y otros masajes deben hacer circular la sangre y la linfa hacia el corazón. Enseguida notaréis una sensación de que las piernas os pesan menos.
Mejor es masajear bien la zona, que usar una técnica a base de pellizcos. Debéis adaptar bien vuestra propia fuerza a las necesidades concretas de cada caso. Solamente sois vosotras las que mejor las conocéis.
Con un aparato
La técnica de los aparatos para combatir la celulitis tratan de aspirar las zonas que se van a tratar. Esta aspiración, al igual que una ventosa, forma un pliegue y arrastra la circulación sanguÃnea. El pliegue consigue en eliminar las toxinas, suavizar la piel y oxigenar las células, hasta conseguir liberarse de su grasa.
Al cabo de varias sesiones, las zonas tratadas (vientre, muslos, glúteos, caderas, piernas, brazos) se ven aligeradas y la técnica les devuelve su elasticidad natural y firmeza.
Evidentemente, este método no es eficaz más que si lo acompañáis de una alimentación equilibrada y un mÃnimo de actividad fÃsica al mismo tiempo.