La comunicación es la clave en la educación de los hijos, sin embargo, existen algunos hábitos negativos que destruyen el diálogo en el seno de las familias actuales. A modo de coaching, en Efe Blog te proponemos algunos consejos prácticos para mejorar la comunicación en familia:
1. Es adecuado cenar todos juntos en familia para poder hablar y charlar sobre cómo ha ido el dÃa.
2. En algunas casas, la televisión se ha convertido en la niñera de los hijos. En realidad, los adultos deben supervisar los contenidos que ven los niños en la pequeña pantalla para elegir programas acordes a su edad sin ningún tipo de violencia.
3. Se educa a los niños con el ejemplo, por ello, en primer lugar, se debe mejorar la relación como pareja. En algunos casos, los hijos son testigos de discusiones en los padres, y este es un gran error.
4. Para mejorar la comunicación asertiva es indispensable hacer planes en familia. Programar actividades para el tiempo de ocio: ir al cine, visitar el zoo, hacer una excursión, ir al parque, hacer visitas familiares, preparar una merienda especial en casa…
5. Para favorecer el diálogo en el seno de la familia es indispensable, al llegar a casa después de un dÃa duro de jornada laboral, apagar el teléfono móvil, para estar cien por cien, presente con los niños.
6. Es verdad que es más importante la calidad de tiempo que se está con los niños que la cantidad. Pero está claro que no se puede reducir el tiempo a unos mÃnimos porque los niños necesitan un seguimiento, atención y cariño para poder crecer desde un punto de vista saludable a nivel emocional.
7. Toma la iniciativa a la hora de hablar con tus hijos. Para iniciar el diálogo puedes utilizar preguntas. A su vez, integra a los niños en tu mundo, y háblales de tu vida.
8. Evita gritar o elevar el tono de voz en las conversaciones familiares porque la autoridad y el respeto se ganan a través de la coherencia entre pensamiento y acción.
9. Recuerda que el rol de la mujer actual es diferente al de hace unas décadas. Por tanto, deja atrás la culpa por ser madre trabajadora porque no tienes que renunciar a tus sueños laborales por haber formado una familia.