Antes de lanzarse en el entrenamiento sobre una cinta de correr, se aconseja consultar con un médico o un cardiólogo en caso de riesgo de enfermedad cardiovascular. El cardiólogo realizará un test de esfuerzo para medir la frecuencia cardÃaca máxima y el funcionamiento del corazón. La cinta de correr es una buena alternativa a la carrera en el exterior.
También se puede utilizar de diversas maneras en función de los objetivos buscados. Una de las ventajas de la cinta de correr es el trabajo de resistencia. Incluso si se realiza in situ, equivale a kilómetros de marcha gracias a la cinta que se desplaza a la velocidad elegida. También permite mantener un tiempo de velocidad real, en vez de ralentizar la intensidad cuando el cansancio aparece. También fortalece el corazón y favorece la circulación sanguÃnea. Para las principiantes, es preferible entrenarse tres veces a la semana durante 15 minutos.
La cinta de correr para quemar grasas
La cinta de correr permite quemar calorÃas. El organismo saca de las reservas de grasa la energÃa necesaria para continuar trabajando. El resultado se acentúa si se produce un esfuerzo de intensidad moderada, pero de larga duración, sin interrupción y sin quedar sin aliento. La pérdida de peso es asà más fácil. Para adaptar el esfuerzo a las capacidades del corazón y correr al ritmo más adecuado que haga adelgazar, se puede utilizar un cardiofrecuencÃmetro.
Para favorecer la pérdida de peso, se puede completar el ejercicio con una alimentación equilibrada. La silueta estará más definida, musculosa y llena de energÃa. Para unos resultados óptimos, se debe entrenar a un nivel correspondiente al 70% de la frecuencia cardÃaca máxima para eliminar rápidamente la grasa del cuerpo.
La cinta de correr para fortalecer abdominales y glúteos
La cinta de correr permite tonificar rápidamente los miembros inferiores como los glúteos, los muslos, los músculos isquiofemorales, y las pantorrillas. Para obtener unos abdominales y glúteos más tonificados, se aconseja inclinar el plano de las marcha de unos 15º u 8º para las principiantes. Durante los ejercicios, no se debe correr doblado. Adoptando la buena posición, es fácil trabajar los abdominales. Estos se refuerzan y actúan como un cinturón y ayudan a proteger la espalda.