Nuestro organismo evoluciona con los años, y al envejecer, las necesidades nutricionales no son las mismas, por tanto es inútil quejarse. Pero si además a esta edad no paramos de comer, lo normal es que se engorde sin medida. Además, la menopausia y los picoteos compulsivos no pasan desapercibidos, y dejan siempre trazas indelebles.
Sin querer llegar a recuperar la silueta de los 20 años, es posible perder peso y eliminar los kilos superfluos acumulados en el vientre y los muslos, revisando la higiene de vida y escogiendo los alimentos que más convienen.
Mantenerse en forma, delgadas y tonificadas después de los 40, parece algo difÃcil e incluso utópico. Además, la vida cotidiana no facilita la tarea por culpa del estrés en el trabajo, las comidas rápidas, el picoteo, etcétera.
No parece evidente encontrar el tiempo suficiente para ocuparse de una misma. No obstante, a partir de esta edad, de los 40 años, es indispensable mantener una alimentación equilibrada para evitar cualquier riesgo cardiovascular.
Una reducción de los aportes calóricos
Con los años, se constata que el cuerpo tiene tendencia a engordar. La culpa la tienen las hormonas que liberan una producción masiva de estrógenos. El resultado está claro, kilos en los muslos y en los glúteos, y pérdida de masa muscular. Además, es inútil taparse los ojos, el cuerpo quema menos calorÃas, de ahà la importancia de revisar las necesidades personales y de cuidar el cuerpo si no se quiere engordar en exceso.
A partir de los 40 años hay que contentarse con 1700 kilocalorÃas por dÃa, frente a las 2000 kilocalorÃas que se ingerÃan con 18 años. Si además se lleva una vida sedentaria, la tendencia es engordar con mayor facilidad, porque el cuerpo comienza a ponerse en estado de reposo a partir de los 40 años y, por tanto, empieza a economizar más energÃa.
Por consiguiente, hay que poner el acento en los ingredientes correctos y hacer el lleno de proteÃnas para reafirmar los tejidos. Evidentemente, hay que evitar los regÃmenes que pueden provocar cansancio y carencia, y que producen un efecto yoyo.
No hay que privarse de ningún ingrediente, pero siempre en cantidad moderada. Adelgazar no es una carrera, conviene priorizar una ingesta sana con una pérdida de peso moderada, y siempre mirando a largo plazo.
Perder kilos demasiado rápido puede provocar una debilidad que favorezca finalmente la aparición de arrugas. Asà pues, hay que tomarse el tiempo para revisar y pensar correctamente cuál va a ser el modo de vida a partir de los 40.
La ingesta de proteÃnas
Para evitar engordar en exceso hay que comenzar a consumir proteÃnas, pescado, carnes magras, verduras, frutas, minerales, féculas (concretamente a mediodÃa), para mantener la energÃa e impulsar el metabolismo.
Por otro lado, hay que dejar de lado la reposterÃa, los alimentos dulces, y los platos preparados, siempre con exceso de grasas y ricos en sal.
El objetivo de las proteÃnas es el de poder quedar saciados durante todo el dÃa. No hay que saltarse ninguna comida y que siempre incluyan frutas o verduras. Igualmente, conviene tomarse el tiempo suficiente para comer con total conciencia de lo que se hace y evitar completamente que se produzcan hinchazones por la acumulación de alimentos en exceso.
La práctica de un deporte
Una alimentación variada ofrece al cuerpo que esté más tonificado y con ganas de moverse. Asà que conviene decir adiós al sofá, y reemplazarlo por caminatas y paseos en familia en medio de la naturaleza. Hay que saber buscar el tiempo necesario para practicar un deporte que guste. Lo esencial es moverse para perder celulitis y, sobre todo, para mantener los músculos. No conviene olvidarse que la masa muscular decae entre 1 y 2% todos los años.
Caminata, natación, gimnasia, todos estos son elementos de un programa deportivo al que conviene entregarse sin más dilación. Si por ejemplo se tiene un perro, conviene sacarlo todos los dÃas y dar un largo paseo. Hacer deporte ayuda a que el organismo se encuentre en mejor forma, que la piel esté más sana, y se pueda mantener la sonrisa durante todo el dÃa.