A estas horas todos estaremos reunidos con nuestros familiares o amigos queridos, disfrutando de una agradable, divertida, entretenida y suculenta cena de navidad. Hoy es un dÃa de aquellos en los que unos y otros disfrutamos del placer (o no) de la presencia y compañÃa de nuestros más allegados.
Por ello debemos estar atentos a todo lo que ocurra a nuestro alrededor. Muchos, por desgracia, sólo vemos a muchos de nuestros familiares durante estas fechas, es por ello que éstas se vuelven tan especiales y únicas. De esta manera, debemos intentar sacar el máximo partido a esta nochebuena, intentando ponerse al dÃa de la vida de aquél familiar que hace tanto que no vemos, o recordando a aquellos que vemos más a menudo, lo mucho que lo queremos.
Estas fechas sirven indiscutiblemente para reparar lazos que estén quebradizos o fortalecer los que ya parecen estar sanos. Aunque muchos no puedan disimular la contrariedad que puede generarles el hecho de vivir el consumismo que se ve aumentado en estos dÃas del año, hace falta sacar el máximo partido al lado positivo que tiene, y es el comprobar que, año tras año, nuestra familia nos quiere y nos aprecia. En el fondo, la navidad, sirve para reforzar esta idea.
Todo ser humano siente la necesidad de sentirse parte de un grupo. Es por ello que nuestra familia es tan importante, es su núcleo la que forma el primer grupo al que pertenecemos desde pequeños. Será gracias a ella y al entorno que nos envuelve, más la suma de la experiencia que saquemos de los acontecimientos que ocurran en nuestra vida, que llegaremos a ser quién somos: la persona que somos ahora, con nuestra personalidad y nuestra manera de ser y pensar.
La familia y los seres que nos rodean se convierten en estos dÃas en un tema de reflexión. Son dÃas para darnos cuenta de lo que tenemos, de la suerte de poder disfrutar de todo aquello que nos pertenece.