Existen muchos estereotipos creados en torno a la idea de tener un hijo único. Algunos de estos mitos tienen que ver con el hecho de creer que porque un niño no tiene hermanos, es menos sociable y más egocéntrico que aquel niño que ha nacido en una familia numerosa. Sin embargo, este mito es totalmente falso ya que lo más importante es la educación y el entorno de estabilidad que rodea al niño.
Un cambio de mentalidad motivado en muchos casos por las dificultades económicas para llegar a fin de mes. Y también, por un retraso en la edad de la maternidad que ha hecho que muchas parejas tengan un solo hijo. ¿Y cuáles son las ventajas que aporta esta experiencia? Sin duda, cada opción tiene ventajas, intenta enfocarte siempre en lo positivo de tu vivencia.
Menos gastos
Desde el punto de vista financiero y la organización del presupuesto familiar, tener un hijo aporta un ahorro en gastos que se multiplican en el caso de tener más hijos. El factor económico no es una cuestión superficial, especialmente, dependiendo de la estabilidad laboral de la pareja. Por tanto, esto reduce el riesgo de estrés financiero.
Un solo parto
Este es uno de los momentos más especiales desde el punto de vista de lo que significa la experiencia de dar vida. Pero también, uno de los que más incertidumbre produce durante el embarazo. Es decir, el parto. Por esta razón, tener un solo hijo te aporta la ventaja de vivir este momento una sola vez. Al igual que también vives en un solo periodo los miedos habituales de esta etapa y las molestias del embarazo.
Más tiempo para el niño
Una de las ventajas de tener un hijo es que podrás dedicarle gran parte de tu atención y de tu tiempo. Quienes tienen más de un hijo buscan el equilibrio de compartir momentos de grupo pero también, instantes en los que el padre y la madre comparte tiempo con cada niño a nivel individual. Ya que cada niño tiene su propia identidad. Y necesita un reconocimiento personalizado. Por esta razón, al tener un solo hijo también se simplifican las tareas de conciliación.
Una casa más pequeña
Muchas parejas deciden hacer mudanzas justo en el momento en el que, al ampliar la familia, necesitan más espacio para poder tener comodidad en la convivencia. Sin embargo, una de las ventajas de tener un solo hijo es que no necesitas un piso grande con muchas habitaciones.
No solo no necesitas tener una casa grande, sino que además, es más fácil llevar las tareas de la casa actualizadas cuando se tiene un hijo que cuando se tienen varios. El desorden, en ese caso, se multiplica. Por esta razón, desde esta perspectiva, aumenta la gestión del tiempo.
Libertad para evitar la presión familiar y social
Muchas parejas se sienten un tanto condicionadas con la pregunta repetida de cuándo van a tener otro hijo. Es decir, existe cierta presión social asociada con la idea de creer que la felicidad de un niño es mayor si tiene hermanos. Sin embargo, la libertad de decidir tener un solo hijo es aquella que permite a una pareja tomar decisiones propias.
¿Cuál es tu opinión al respecto? ¿Cuáles crees que son las ventajas más importantes de tener un hijo? Puedes compartir tu experiencia en comentario. ¡Muchas gracias por participar en Efe Blog!