Utilizar sustancias naturales como la manzanilla, avena y leche para la preparación de productos de belleza caseros que, además de ser eficientes resultan ideales para pieles sensibles o con problemas de alergia, ha vuelto a estar de moda, tal y como lo era en la época de nuestras abuelas .
Desde EfeBlog hoy deseamos compartir una receta de belleza casera muy sencilla de preparar y que ayudarán a mejorar la piel además de devolverle luminosidad y protegerla.
Se trata de una crema exfoliante casera a base de avena y manzanilla y leche para tratar de manera eficiente la piel, limpiándola a fondo pero sin irritarla.
Comencemos por un exfoliante casero que podemos utilizarlo durante todo el año a pesar que en el verano es excelente ya que permite limpiar el rostro a fondo, retirando las células muertas de la piel y así obtener un bronceado uniforme y más intenso.
A pesar que existen en el mercado infinidad de exfoliantes para la piel, cabe tener en cuenta que estos productos contienen conservantes y algunos agentes químicos que pueden resultar poco recomendables para las pieles sensibles o que sufren alergia.
Los exfoliantes caseros a base de productos naturales como manzanilla, avena y leche aseguran un buen resultado sin acciones adversas.
Por otra parte, esta preparación en especial asegura una piel limpia de manera profunda ya que la avena produce un efecto de “pulido” que abre los poros y retira las impurezas, mientras que la infusión que se prepara con la manzanilla le devuelve a la piel el brillo, dejándola suave y tersa.
Si tienes piel grasa utiliza leche desnatada mientras que si tu piel es seca o normal puedes utiliza la leche entera que ejercerá un efecto hidratante.
Para preparar este exfoliante casero necesitaremos:
- 2 cucharadas de manzanilla
- 1 cucharada de harina de avena
- 1 cucharada de leche caliente
- 6 cucharadas de agua
Calentar el agua y en cuanto hierva añadir las dos cucharadas de manzanilla y retirar del fuego dejando que el líquido repose hasta que se enfríe totalmente, colar y reservar.
En un recipiente de vidrio colocar la harina de avena, la leche caliente y la infusión de manzanilla.
Mezclar todos los ingredientes hasta lograr que se integren bien y se forma una masa homogénea.
Con un pincel suave extender sobre el rostro, limpio y libre de maquillaje, sin llegar a la zona que rodea los labios y ojos, la mascarilla de leche, manzanilla y avena.
Dejar trabajar la mascarilla durante 5 minutos y retirar aclarándolo con abundante agua tibia. Secar bien la piel del rostro y aplicar un tónico suave para cerrar los poros y una crema hidratante.
Esta mascarilla puedes aplicarla una vez por semana, siempre sobre la piel bien limpia y verás como recuperas el brillo y lozanía perdidos.