La depilación a la cera puede provoca diferentes efectos secundarios, tales como vellos enconados, rojeces, granos y otro tipo de irritaciones cutáneas. A pesar de que no se pueden evitar completamente estos efectos secundarios, existen varios trucos que se pueden seguir para atenuar los enrojecimientos y calmar la piel después de la depilación.
Los granos
Si bien es cierto que os encontráis felices por haber conseguido eliminar los vellos indeseables, en contra partida habéis provocado una serie de granitos en la zona depilada. Los diferentes métodos de depilación no consiguen arrancar del todo los pelos de raÃz, lo que favorece la aparición de vellos enconados.
Algunas horas después de la depilación, os dais cuenta de que tenéis pequeñas rojeces e inflamaciones a nivel de la piel. Se trata de uno de los efectos secundarios, frecuentes y que se producen cuando se aplica cera para depilar, dos veces sobre la misma zona.
La equimosis
Os parecéis más bien a alguien a quien acaban de dar una paliza, y no a una mujer recién depilada. En principio esto no es lo normal, nos referimos a tener zonas azuladas tras la depilación. La depilación a la cera os ha hecho daño y vuestra piel no sólo está enrojecida, sino que parece que se ha quemado, y se le ha comenzado a formar una costra.
A menos que hayáis aplicado la cera demasiado caliente sobre la piel, existe una causa para explicar este fenómeno. Por lo tanto debéis tomar ciertas precauciones suplementarias, o intentar la depilación con otro método menos abrasivo para vosotras.
Los dolores
Se trata de un efecto secundario que desaparece inmediatamente después, pero que es uno de los más desagradables. Los vellos son arrancados de raÃz, pero esto no debe causaros tanto daño. Lo mismo pasa si no hace mucho tiempo que os habéis depilado por segunda vez, y es que la pie presenta un color oscuro, como si los vellos siguieran estando en su mismo sitio. Al parecer vuestra piel es más sensible al sol tras una depilación a la cera, y eso es lo que causa esa coloración tan oscura.