Los ácidos grasos esenciales proporcionan a la epidermis la flexibilidad y elasticidad necesarias para mantenerse bonitas y frescas durante todo el dÃa. Algunos de estos ácidos grasos se llaman esenciales porque no pueden ser fabricados por el organismo. Solamente el consumo de aceites nos aporta sus beneficios.
Los AGE (ácidos grasos esenciales) se clasifican en dos grandes familias, la del ácido linoleico, y la del ácido alfalinoleico. El primero se encuentra en los aceites vegetales como el aceite de onagro o de borraja. El segundo está presente, sobre todo en el pescado.
Constituyentes importantes de las grasas (lÃpidos) de las membranas de las células de la piel, los AGE participan en la fabricación de las moléculas antiinflamatorias e inmunitarias. Sin ellos, la piel carecerÃa de ácidos grasos y perderÃa su flexibilidad y elasticidad.
El espesor de su estructura disminuye, y una fragilidad de los capilares es perceptible. Con un aporte de 10 g de aceite al dÃa, aceite de colza (rico en ácido graso alfalinoleico) o aceite de nuez y de girasol, rico en ácido linoleico, se cubren las necesidades en ácidos grasos esenciales.
Cuidado Visage Aromessence Solaire de Decleor
Rico en aceites esenciales no fotosensibilizantes (rosa damascena, geranio, manzanilla romana), se aplica por la noche antes de acostarse, sobre una piel perfectamente limpia.
Preparador Avant-Soleil de Roc
Cuidado concebido para limitar los riesgos de reacciones y daños celulares al comienzo de la exposición solar. Reemplaza a la crema de dÃa, 15 dÃas antes de las vacaciones y se aplica durante todo el verano, a dúo con una crema solar.
Oenobiol Solaire intense
Cuidado cosmético para el rostro que refuerza el trabajo del complemento nutricional. Se aplica por la mañana y por la noche, quince dÃas antes y durante la exposición al sol.