Una nueva técnica para modelar la figura la liposucción con láser es un tratamiento menos invasivo y se distingue de la liposucción tradicional gracias a que es menos agresiva ofreciendo además un pos-operatorio menos doloroso y con una recuperación más rápida.
El láser es entonces el encargado de destruir la grasa que posteriormente será succionada, pero no es posible utilizar esta técnica en todos los casos, sino solo para ciertas zonas del cuerpo, estando totalmente descartada en los casos de obesidad importante para la cual se sigue aplicando la técnica tradicional.
Según los especialistas y cirujanos plásticos la liposucción con láser es un tratamiento menos invasivo que logra dejar la piel firme y tonificada con una invasión mínima ya que los rayos láser se encargan de derretir la grasa corporal y favorece el hecho de que la piel logre estar más tensa, evitando la piel poco tonificada que produce la lipo tradicional.
El denominado “Body Sculpting con Láser” comenzó a utilizarse durante este año y sus bondades fueron presentadas en el congreso anual de la Sociedad Científica de Radiología Intervencionista en Nueva Orleans, una reunión en la que se dieron a conocer las cualidades de este procedimiento que permite a través del láser hacer que el colágeno se contraiga y la piel pueda tensarse evitando la flacidez.
Este tipo de tratamiento de liposucción con láser no se realiza en una sola sesión, sino que son necesarias varias que se adaptan a la necesidades de cada paciente, basada en el ultrasonido de un láser especial de fibra óptica que puede utilizarse en varias áreas del cuerpo donde haya grasa acumulada, permitiendo esculpir y dejar la piel mucho más firme.
Cabe destacar que el láser solo está dirigido a la grasa que desea eliminarse y no afecta otros tejidos circundantes permitiendo así una recuperación indolora y mucho más rápida que la de la lipoaspiración convencional.
La mayor ventaja de este nuevo tratamiento estético es que ofrece a los pacientes la posibilidad de lucir un abdomen sin grasa y sin cirugías invasivas, pudiendo también aplicarse la misma técnica al cuello, brazos, cintura, muslos y hasta pantorrillas.
Cuando el láser destruye con el haz de luz la célula grasa o adipocito no lesiona los tejidos circundantes y solo entra en contacto con la grasa que se convierte en una emulsión semi-líquida que después puede succionarse fácilmente introduciendo una fina cánula de solo un milímetro que se desliza por toda la zona tratada.
Pos-operatorios más simples con menos molestias, menor cantidad de hematomas e inflamación sumándose a todo esto tiempos de recuperación cortos son la mayores ventajas de optar por la nueva liposucción con láser.