El debate está abierto: las nuevas tecnologÃas en las escuelas están entrando con gran vigor, intentando hacerse un puesto más que importante frente al modelo tradicional de educación. Son muchos los pedagogos que creen que el uso de las fuentes de información y comunicación deberÃa ser prioritario a la hora de aprender y es que vivimos en un mundo dónde Internet es el fin y el comienzo de todos.
Estos pedagogos están de acuerdo en el hecho de qué es más importante dar a conocer las herramientas para acceder a las consultas en Internet que no el simple hecho de memorizar datos en la red. Según ellos, ¿para qué aprender a memorizar nombres? Al fin y al cabo estos nombres o fechas pueden encontrarlos en el basto núcleo de información que es Internet. Ven Internet como una prolongación de nuestro cuerpo, como una doble memoria a la que podemos acceder en un sólo click.
Cada vez con más fuerza hombre y tecnologÃa convive con más naturalidad, ¿qué será lo próximo?¿Instalarnos un chip en el cerebro para estar conectados en el ciberespacio como si se tratara de Matrix? Esta idea cada vez está más lejos de lo imposible, teniendo en cuenta que ya hay algunas compañÃas que se acercan a esta manera de ver el mundo. Un ejemplo de esto es google, que ha sacado unas gafas que te permiten estar siempre conectado, viéndolo todo en una pantalla perenne en los ojos.
Pero seamos sinceros, ¿este es el futuro que queremos para nuestros hijos? Niños que no recuerden fechas ni datos por el simple hecho de poder acceder a ellos en Internet, niños que apenas sabrán escribir en papel y que lo harán directamente en ordenador… niños incapaces de concentrarse en una sola cosa porqué el mundo de Internet es demasiado dinámico y es fácil despistarse…las nuevas tecnologÃas en las escuelas parecen ir hacia este otro modelo en el que, menos de convivir con los modelos tradicionales, quieren matarlo.
Sea como sea, hoy en dÃa no podemos entender el mundo sin entender a las nuevas tecnologÃas, asà que debemos entenderlo como un proceso natural de la humanidad.