La Inteligencia Emocional tiene como objetivo ayudar a una persona a identificar sus sentimientos y sus emociones para poder controlarlas. Sin embargo, en el embarazo, es importante tener en cuenta que los cambios emocionales son naturales puesto que la mujer hace frente a un proceso de transformación constante no solo a nivel fÃsico sino también, a nivel interior en tanto que se prepara para la nueva etapa de la maternidad.
Por ello, es habitual que en algunos momentos las embarazadas sientan que sus emociones se descontrolan. Pueden pasar de la alegrÃa al llanto con mucha facilidad. ¿Qué sentimientos surgen de una forma más habitual en el embarazo?
1. En primer lugar, enfado o irritabilidad e iracundia. Existen momentos de cambios de humor que también interfieren en la relación de pareja. En ocasiones, los hombres no entienden qué pasa y no saben cómo ayudar.
2. En contraste, también se produce una mayor dependencia entre hombre y mujer puesto que ella se siente más frágil en un momento de embarazo, especialmente, en el tercer trimestre.
3. Las mujeres se sienten muy especiales en un momento de embarazo ante el gran milagro de la vida que crece en su interior.
4. Del mismo modo, también se produce una especie de tristeza y añoranza porque las cosas van a cambiar. Cuando nace un hijo se tienen menos momentos románticos con la pareja.
5. La pereza fÃsica que surge como consecuencia del aumento de peso. A nivel mental, la mujer embarazada siente una especie de ensimismamiento en tanto que le cuesta salir de sà misma.
6. También es habitual que la futura mamá sienta impaciencia y ansiedad ante el futuro y el momento del parto. Por ello, puede adelantarse a los acontecimientos y fantasear con el futuro bebé. Para evitar pensar en exceso en el futuro es importante buscar ocupaciones para pensar en el momento presente: coser, hacer punto, realizar crucigramas, ver una pelÃcula, leer un buen libro… De lo contrario, es posible sufrir estrés en el embarazo.
7. Además, las mujeres embarazadas también sufren hipersensibilidad ante los comentarios de los demás. Por ejemplo, pueden sentirse especialmente susceptibles ante comentarios sobre su aspecto fÃsico. Para afrontar esta situación es mejor relativizar las opiniones ajenas a través del sentido del humor.