Los productos cosméticos, por su contacto con la piel, tienen la posibilidad de provocar una alergia llamada dermatitis alérgica, y que puede ser de dos tipos. La mejor solución es evitar los productos quÃmicos alergénicos contenidos en estos cosméticos, y la otra es el tratamiento de la reacción cutánea en concreto.
La dermatitis alérgica de contacto, o alergia de contacto es uno de los efectos más frecuentes de los productos cosméticos. La hipersensibilidad inmediata o dermitis de irritación puede ser de dos tipos:
Es la más frecuente de las alergias cosméticas, tanto para la crema base como para la máscara de ojos. Desde el primer momento de contacto con un producto alergénico, el cuerpo lo reconoce y se defiende produciendo una serie de anticuerpos.
Después, tras un nuevo contacto, el producto alergénico, al atravesar la piel, estimula las células portadoras de estos anticuerpos. Las caracterÃsticas de la alergia se manifiestan en la aparición de enrojecimientos, erupciones cutáneas, o picores.
Dermitis alérgica
Se habla de hipersensibilidad retardada, cuando ciertas lesiones sobre la piel aparecen tras 48 horas desde el primer contacto con el producto. Es el caso de las alergias a la henna, a los tatuajes o a la cera depilatoria.
A veces, la alergia puede ser severa y provocar sÃntomas más severos como eritema, prurito, eccema, urticaria, e incluso asma.
Productos alergénicos
Los productos que provocan alergia con más frecuencia son los perfumes, los agentes conservantes y los metales que componen el producto. Se trata particularmente de productos quÃmicos compuestos de productos tales como el parabeno, el tolueno, o el formol.
Una directiva europea del año 2003 da una lista de 26 sustancias reconocidas como alergénicas que deben figurar en la lista de ingredientes del cosmético, con el fin de que el consumidor esté informado.