La radiofrecuencia es una técnica utilizada bien sobre el cuerpo para atenuar la celulitis o sobre el rostro para combatir el relajamiento cutáneo. La radiofrecuencia consiste en calentar la dermis con pequeños movimientos de frotación.
La técnica utilizada por la radiofrecuencia
La radiofrecuencia utiliza un aparato dotado con varios cabezales manejables y de tamaños diferentes. Las nuevas generaciones de estos aparatos poseen también varios electrodos para una acción más profunda. A través de la liberación de energÃas, la dermis se calienta de forma volumétrica con una temperatura de 40ºC en la superficie, y entre 50 y 60ºC en profundidad.
El especialista elige entre dos técnicas para tratar el relajamiento cutáneo en función de cada tipo de piel. La primera penetra entre 2 y 6 mm en los tejidos, es el método bipolar. Este método permite un cambio superficial y estructural. Para los cuidados antiedad del rostro, se utiliza el segundo método: la radiofrecuencia unipolar.
El aparato calienta la dermis a una temperatura de 60ºC. Las fibras de colágenos se contraen estimulando la producción de neocolágeno. Para actuar sobre el tejido adiposo y la celulitis, las energÃas penetran hasta a 20 mm en el tejido y drenan los lÃquidos retenidos. Al mismo tiempo, movilizan y eliminan los depósitos de grasa.
Resultado de una cura de radiofrecuencia
Para tener un resultado óptimo, seis sesiones de 20 a 45 minutos son necesarias en un perÃodo de dos meses: las cuatro primeras tienen que espaciarse de una semana y las dos últimas con quince dÃas de diferencia. En cada sesión, la piel presenta enrojecimientos que se van borrando al cabo de media hora. También es posible que la paciente sienta cómo se calienta su piel.
En cualquier caso, estos efectos secundarios desaparecen al cabo de una hora como máximo. Cabe destacar que los resultados definitivos no son visibles que una vez que se han terminado las seis sesiones. Al final, la piel se hace más lisa y el relajamiento cutáneo va desapareciendo. Por otro lado, el tratamiento no deja ninguna marca sobre el rostro.
Sin embargo, la radiofrecuencia no es apta para personas con marca pasos, o con implantes metálicos. Tampoco está indicada para personas con dermatosis o que presentan una caparrosa. En cuanto al precio, una sesión de radiofrecuencia para combatir el relajamiento de la piel cuesta unos 180 euros. Este precio aumenta si las zonas a tratar son más amplias.