Además de ser excelente para la salud en general, la leche es el producto de belleza perfecto para el cuidado de la piel. Los nutrientes que contiene en abundancia le confieren la calidad de ser a la vez regeneradora e hidratante de los tejidos cutáneos. Cada cual debe ver qué tipo de leche le conviene mejor, el de vaca, la de cabra, o la leche de almendra dulce y de soja. Todas son conocidas por su eficacia.
Un baño de leche para iluminar la piel
La leche es ante todo un producto reconocido por su virtud para aclarar la piel. Un vaso de leche en el baño de la mañana produce que la piel quede radiante de salud y sea más luminosa. No se trata de cambiar los hábitos, basta con añadir el vaso de leche al agua del baño. En todo caso, conviene enjuagarse bien al final para retirar los residuos que se quedan pegados a la piel.
Si no gusta mucho la idea de poner leche en el agua del baño, se puede aplicar con ayuda de un algodón sobre las partes oscuras de la piel. Conviene dejar que el producto haga su efecto durante al menos 15 minutos, y luego enjuagar. Cuantas más veces se aplique la leche sobre la cara, con mayor rapidez la piel se volverá más clara y luminosa.
Exfoliación a base de leche
De vez en cuando el rostro necesita una exfoliación para retirar las impurezas y las células muertas que pueden envejecer el rostro. Para ello, es posible componer el propio cuidado exfoliante mezclando dos cucharadas soperas de leche con copos de avena. Luego se aplica la mezcla obtenida sobre la piel ligeramente húmeda, y se deja secar. Finalmente, se exfolia con un algodón empapado en agua caliente y se enjuaga.
Mascarilla revitalizante para el rostro
Al consumir leche, la piel se beneficia también de los nutrientes que aportan al resto del cuerpo. Se puede pensar en aumentar la cantidad que se consume a diario, aunque esto podrÃa conllevar la aparición de acné sobre el rostro, sin contar con un posible aumento de peso. Para evitarlo, se puede optar por una mascarilla a base de leche y de miel. La piel del rostro queda revitalizada y más suave, tras solo 15 minutos.
Leche fermentada para difuminar los problemas cutáneos
La leche fermentada es eficaz para cerrar los poros. Basta con aplicarla sobre las partes afectadas a través de una capa fina, y luego enjuagar con agua caliente al cabo de 15 minutos. Si no disponemos de leche fermentada se puede optar por un yogur natural. En caso de un golpe de sol, la leche fermentada puede reemplazar al aloe vera, calmando las quemaduras y ayudando a la piel a regenerarse más rápido.
Otros productos para reforzar la eficacia de la leche
El uso de la leche como cuidado cosmético puede ir combinada con otros productos como la sal de baño, los aceites esenciales, o pétalos secos. Igualmente se puede reemplazar por cuidados naturales, fabricados a base de leche. En cualquier caso, conviene saber escoger el producto más adecuado para evitar cualquier tipo de daño cutáneo.
Exfoliación natural del cuerpo
La receta es sencilla: medio vaso de leche, el zumo de un limón, un huevo, un poco de azafrán, y un poco de harina. Se mezcla la leche con la harina y se añade el huevo y el azafrán y por último el limón. Se mezcla todo y se deja reposar durante 5 minutos. Esta preparación conviene extenderla por todo el cuerpo. Se deja la aplicación durante algunos minutos y luego se exfolia. Finalmente se termina por una ducha templada. Se toma un puñado de azúcar y se añade a un poco de aceite corporal. Se masajea toda la piel del cuerpo con la mezcla y luego se enjuaga.
Mascarilla para pieles irritadas
Estos son los productos de la receta: una zanahoria, una cucharada sopera de zumo de limón, y un yogur. Se ralla la zanahoria y se añade el zumo del limón y el yogur, se mezcla y se deja reposar en la nevera durante varias horas. La mezcla se aplica sobre las zonas afectadas. Se deja actuar durante 10 minutos y luego se enjuaga bien.
Remedio antiojeras
Se coloca la cabeza hacia atrás, y durante 5 minutos se coloca sobre las ojeras un trozo de hielo. Una alternativa al hielo es colocar dos cucharillas previamente metidas en el congelador durante varios minutos, y luego colocarlas sobre los ojos cansados. Otro truco muy sencillo es aplicar crema antihemorroides en la parte de las ojeras, por la noche, antes de ir a la cama.