La familia como todos sabemos es una de las partes más importantes que configuran el ser humano. De hecho, el nacer en una o otra familia será determinante para que niño, esa personita en constante crecimiento y evolución, vaya adquiriendo hábitos, cualidades y caracterÃsticas que configurarán a la persona adulta que algún dÃa será.
Por ello es necesario que tengamos en cuenta que debemos mimar y proteger nuestra familia con amor y esmero, independientemente del tipo de familia que construyamos -monoparental, separados, familias homosexuales o heterosexuales-, sea cuál sea el núcleo familiar de nuestro hijo, este tiene que aportar el apoyo suficiente para que se construya como persona.
La familia es considerada el primer núcleo de socialización del individuo, el niño se comportará con los demás poniendo en práctica lo que ve en casa, teniendo en cuenta la actitud que tienen con él o que los miembros de la familia manifiestan hacia los demás.
Por ello debemos cuidar mucho nuestras relaciones y nuestro lenguaje. Es importante que el niño crezca en un contexto sano donde poder tener unas primeras experiencias positivas que lo ayuden a desarrollarse en todas las etapas de su infancia, hasta convertirse en un adolescente y de la adolescencia, en una persona mayor.
También debemos cuidar de motivar al niño desde bien pequeño, explotar todas y cada una de sus potencialidades ya que sólo de esta manera podrá afrontar la vida con optimismo, siendo consciente de sus múltiples habilidades y caracterÃsticas buenas (aunque esto no implica en ningún momento exigirle más de lo que él pueda darnos).
Tener una familia consiste en crear un espacio para el diálogo, el conocimiento, la comunicación, el amor, la frustración y el crecimiento. Los padres son las primeras personas que ven el bebé al nacer y por tanto, parte indispensable para un correcto y fructÃfero desarrollo.