La abdominoplastia consiste en eliminar los excedentes grasos a nivel del abdomen. Esta técnica permite recuperar las sensaciones de bienestar y de estima de una misma. Su uso requiere seguir ciertas precauciones particulares con el fin de evitar riesgos y complicaciones.
La abdominoplastia para recuperar la autoestima
La abdominoplastia o la cirugÃa estética del vientre se dirige tanto a mujeres como a hombres. Esta cirugÃa prevé corregir las diferentes imperfecciones a nivel del vientre. Se puede tratar de un vientre caÃdo, caracterizado por una piel colgante, un vientre que presenta estrÃas umbilicales, o una relajación muscular.
Todos estos problemas a nivel del vientre provocan cierto malestar tanto fÃsico como psÃquico. Estas personas que sufre por culpa de un vientre poco estético suelen confrontarse a un gran malestar fÃsico relacionado con irritaciones, o mal olor a nivel de los pliegues de la piel.
Igualmente, estos problemas tienen repercusiones en cuanto a la elección de las actividades socioprofesionales, limitada normalmente por la incapacidad del sujeto para realizarlas. Finalmente, la forma de vestir constituye un problema casi diario, por razón de la elección del tipo de ropa muy limitado. La abdominoplastia constituye un recurso fundamental para combatir eficazmente estos problemas a nivel del vientre.
Los principios de la abdominoplastia
La abdominoplastia se ofrece para resolver los problemas antiestéticos o de incomodidad a través de la cirugÃa del abdomen. También consiste en tratar en su conjunto el excedente de la piel, la relajación de los músculos y de los tejidos, asà como el excedente de grasa a nivel del vientre. La intervención del cirujano permite recuperar el vientre y volverle a dar a la piel su turgencia inicial.
Dentro de este objetivo, el cirujano aplica diferentes técnicas sucesivas y complementarias con el fin de volver a cerrar la musculatura abdominal. La piel se despega hacia arriba, hasta el nivel de las costillas, tras una incisión practicada en la parte inferior del abdomen. Tras retirar el exceso de piel, los músculos relajados se acercan gracias a la tensión obtenida por los puntos de sutura.