Las hormonas del apetito se relacionan con el aumento de peso causando el “efecto rebote” después de haber adelgazado.
Todas hemos escuchado hablar en alguna oportunidad del “efecto rebote” que se produce después de haber bajado de peso. Como por arte de magia recuperamos no solo los kilos perdidos sino que muchas veces ganamos algunos más.
Puede ser que la respuesta la encontremos en un reciente estudio cuyos resultados se publicaron en la revista de Endocrinología y Metabolismo, atribuyéndole este resultado negativo a que las hormonas del apetito, grelina y leptina que podrían causarlo más allá de la dieta que se haya elegido.
Así, la investigadora del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela, Ana Crujieras, responsable de llevar adelante esta investigación, manifiesta que “el tratamiento de la obesidad con fármacos o dietas puede ser muy eficaz en el corto plazo, pero no se suele tener tanto éxito a largo plazo”.“Nuestra investigación arroja luz sobre cómo las hormonas del apetito, leptina y grelina, afectan a la recuperación de los kilos después de la pérdida de peso”, aseguró.
Según se ha podido detectar por medio de este estudio si estas hormonas fueran las responsables de ganar nuevamente los kilos perdidos sería factible diagramar dietas personalizadas de adelgazamiento y lograr así un resultado exitoso.
En esta investigación pudieron evaluarse unos 1044 hombres y mujeres que padecías de obesidad o sobrepeso y que llevaron adelante una dieta baja en calorías por un tiempo máximo de ocho semanas, transcurridas las cuales se hizo un seguimiento adicional de 32 semanas más.
La mayor parte de los participantes que fueron analizados habían perdido aproximadamente el 5% de su peso corporal, pero solamente algunos lograron mantenerse en el peso ideal.
Tras realizar varias comprobaciones de datos científicos obtenidos de los seguimientos pudo comprobarse que las personas con niveles elevados de leptina y más bajos de grelina antes de comenzar la dieta baja en calorías era en definitiva los que mayor propensión tuvieron a recuperar los kilos perdidos en poco tiempo.
Este estudio también podría se utilizado como un biomarcador que ayudaría a predecir los resultados de un tratamiento efectivo contra la obesidad y el sobrepeso.
Según los responsables de este estudio los resultados obtenido podrían proporcionar una excelente herramienta que ayudaría a los profesionales especializados en nutrición para diseñar en consecuencia un tratamiento dietético efectivo con éxito a largo plazo, evitando así el “efecto rebote”.