En el 2002 un Comité británico para la Clasificación de las pelÃculas obligó a cortar 12 segundos de una pelÃcula llamada Cum Queens en que se mostraban actrices eyaculando durante el orgasmo, el Comité consideró que que la eyaculación femenina era mentira y tuvieron un ataque de un grupo de femeninas indignadas.
Sobre la eyaculación femenina se ha dicho de todo, pero pocas veces se ha aformado su existencia. Aunque en el Kama Sutra se habla de cierto fluido femenino, aunque de este fluido hiciera mención el médico Hipócrates, ¿hablaban de de eyaculación femenina o de las secreciones vaginales normales durante la relación sexual?
Ernst Gräfenberg, el médico que dio nombre al punto G, prestó especial interés a la eyaculación femenina y en un informe publicado en el 1950 lo definió como «convulsa expulsión de fluidos que ocurre cuando se está en el lÃmite del orgasmo, y simultáneamente en él». Sin embargo, esta observación, no se tuvo en cuenta en aquél entonces.
No obstante, en 1981, los prestigiosos sexólogos Beverly Whipple y John Perry publicaron un reportaje que relataba la historia de una mujer que se ofreció a demostrar en un laboratorio, la existencia de la eyaculación femenina. Aunque dicha afirmación no acabase de convencer a según que ginecólogos, tras diversas demostraciones, se comprobó que efectivamente existÃa dicho fluido que distaba de las simples secreciones y que compartÃan similitudes con la eyaculación masculina.
Se dice que la eyaculación femenina tiene una clara función biológica para combatir infecciones de la uretra y de vejiga. Aunque aún está en estudio este término, cada vez hay más indicios que nos llevan a pensar que existe esta eyaculación femenina en la mujer, y aunque no deja de ser una curiosidad sexual, es una curiosidad sexual que nos afecta.