El feminismo está de moda, y si no, que se lo pregunten a nuestras artistas. Uno de los temas estrellas dentro de la teoría feminista actual, es justamente la depilación. Muchas son las que defienden una igualdad entre hombres y mujeres, reivindicando cosas como pueden serlo el no depilarse.
Sin embargo, este hecho que puede parecer natural e incluso causa de admiración por parte de muchas de nosotras, suele mostrar la otra cara de la moneda, cuándo las que hacen amagos de reivindicar dichos derechos, son modelos o actrices famosas. Éstas, como iconos y referentes de la mujer actual, parecen no tener el derecho de negarse a pedir hora a su centro de estética.
El mundo entero pareció turbarse cuando Julia Roberts salió del agua en las playas de Hawaii mostrando el vello de sus axilas. Un desencanto fulminante barrió el mundo del famoseo para ponerla, como harían con otras artistas y por otros motivos, en la lista negra de mujeres liberadas. Parece ser que su sonrisa, que tanto enamora y cautiva, no es suficiente para perdonar el hecho de qué, por muy famosa que sea, tenga vello en las mismas partes en las que lo tenemos nosotras.
La pregunta es: ¿no tienen derecho los famosos a ser naturales? ¿No podemos perdonarles a ellos, referentes de belleza, lo que a nosotras no se nos perdona en la vida diaria?
Preguntas retóricas a parte, este hecho parece no ser un caso aislado. Mo’Nique, la chica protagonista de la la película “Precious” causó una gran sorpresa en los Globos de Oro cuándo al levantarse el vestido mostró a todo el mundo el vello de las piernas, sin ningún tipo de pudor. Entonces esta actitud fue duramente criticada por unos sectores más conservadores, mientras otros, aplaudían en gesto con entusiasmo.
Sea como sea, la discusión de si es bueno o no que las actrices tengan estas actitudes sigue abierta y como tal dejaremos que sean las propias lectoras las que lleguen a una conclusión por si solas.