El té es la bebida que más se consume en el mundo, después del agua, y también la que aporta más beneficios al organismo. Sus propiedades son muy interesantes para la salud, y eso está en su contenido en antioxidantes, que son las moléculas que ayudan al organismo a neutralizar los radicales libres.
Los radicales libres
El té contiene antioxidantes muy potentes: los flavonoides. Pero, ¿qué es un antioxidante, y cuál es su particularidad?
Los antioxidantes ayudan al organismo a luchar contra los efectos de los radicales libres, que en parte son responsables del envejecimiento celular. Es lo que se llama el estrés oxidativo.
Todas nuestras células necesitan oxÃgeno, y el oxÃgeno participa en las reacciones relativas a la oxigenación, que son las que producen los radicales libres. Estas moléculas son producidas de forma natural, y son útiles puesto que intervienen en los mecanismos de defensa contra las infecciones y en la respiración. Su producción depende, igualmente, de ciertos factores externos.
Por ejemplo, el tabaco, la contaminación o la exposición al sol, aumentan la producción de radicales libres. En tiempo normal, el organismo equilibra las variaciones con la ayuda de un sistema eficaz: los antioxidantes, que neutralizan los radicales libres. Pero, si son producidos en mayor cantidad, los radicales libres pueden volverse agresivos y favorecer el envejecimiento de las células.
Por eso, es bueno limitar la producción de radicales libres, protegiéndose de las agresiones externas, y por otro lado, vigilar que el organismo disponga de los antioxidantes necesarios.
Los antioxidantes
Muchos tipos de moléculas poseen funciones antioxidantes: complejos enzimáticos, sistemas endógenos, vitaminas, minerales, polifenoles. Estas tres últimas categorÃas de antioxidantes pueden ser aportadas a través de la alimentación. Y lo son, en cantidades suficientes, cuando llevamos una alimentación equilibrada y variada.
Si fuera necesario, es bueno tomar algún tipo de complemento vitamÃnico y mineral. En cuanto a los polifenoles, se trata de moléculas que pertenecen al reino vegetal y que se reparten en diferentes familias, de la cual la más importante es la de los flavonoides. Estos son, precisamente, los que se encuentran en el té. Por eso es bueno beber té con mucha frecuencia y en cantidad.