Para los que ya me vais conociendo, sabeis que no soy partidario de las dietas, sino de equilibrar la alimentación y tomarla como un estilo de vida.
Muchas de las personas a las que conozco, se quejan de que siempre vuelven a coger los kilos que un dÃa perdieron, lo cual les causa una enorme sensación de insatisfacción.
Normal. No hay nada más frustrante que no conseguir tus objetivos. Aunque aquÃ, es diferente porque el problema es, precisamente conseguir el objetivo.
de manera que, una vez que hemos conseguido eliminar lo que querÃamos, entonces ¿Qué? Esa es la pregunta que muchos se hacen cuando terminan una dieta.
La deriva que toma cada uno es de lo más variopinta. Los hay que poco a poco se van relajando y poco a poco vuelven a su peso anterior o los hay que según terminan se dan un festÃn de campeonato, volviendo a sus malos hábitos anteriores en tiempo record.
El problema de las dietas es que todo el mundo te dice como perder, pero nadie te dice que hacer cuando lo has conseguido. Por eso las dietas son la antÃtesis de la vida sana.
Nuestro cuerpo se pasa la vida experimentando cambios bruscos en su estructura lo cual es demoledor, no solo a nivel fÃsico, sino también psicológico.
Normalmente, las dietas se basan en privaciones para las que nuestro cuerpo y mente no han sido preparados, y la tendencia que tenemos, una vez hemos acabado, es volver a lo de antes, precisamente por la necesidad que le creamos a nuestro organismo.
La dieta no tiene por qué acabar, si logramos que nos resulte placentera. Por eso debemos mentalizarnos en cambiar nuestros hábitos hasta llegar al punto de no retorno de manera natural, sin sobre saltos.
En primer lugar, debemos prepararnos progresivamente para ir abandonando los alimentos que nos hacen daño y que queremos dejar de comer de por vida por el perjuicio que nos causan.
AsÃmismo, iremos dejando solo lo que nuestro cuerpo necesita para estar saludable, y si acaso algún dia libre para hacerlo más llevadero.
En poco tiempo vereis como vuestro ha cambiado su código y es capaz de rechazar cosas que pensabais inimaginables, precisamente porque esa necesidad ha desaparecido, y por tanto, será difÃcil que los kilos que dejasteis, los recupereis.