El cabello seco suele ser difÃcil de peinar. Suele electrificarse, formando nudos y bastante difÃcil de desenredarlo. La sequedad del cabello se explica normalmente por la falta de sebo que hidrata naturalmente la fibra capilar. Pero otras muchas agresiones externas dañan también el cabello.
Se puede tratar de productos utilizados como geles y champús, los tratamientos a los que se someten al pelo como las permanentes y los tintes, la exposición del pelo al sol, o el uso demasiado frecuente del brushing.
Para regularizar la producción de sebo, se aconseja masajear regularmente el cuero cabelludo. Favorecer los productos que contienen agentes hidratantes, bien en champú o en acondicionador. Conviene dejar de lado los productos y factores que favorecen la sequedad del pelo, como las lacas y las permanentes.
También se debe limitar el uso del brushing y las planchas alisadoras, y a la hora de secar el pelo tras haberlo lavado, hay que hacerlo con suavidad, con presiones de la toalla, pero de forma delicada.
El cabello graso
Si vuestro cabello no tiene volumen y parece sucio al dÃa siguiente de haberlo lavado, es que tenéis el pelo graso. Contrariamente al cabello seco, el cabello graso suele estar provocado por una sobreproducción de sebo. El cabello tiene una apariencia aceitosa y apelmazada.
Generalmente, el cabello graso es hereditario, pero el exceso de sebo puede ser debido a una alimentación rica en azúcar, al estrés, al cansancio o a la contaminación. También puede estar ocasionado por ciertos medicamentos que provocan la producción excesiva de sebo.
El cuidado del cabello graso debe realizarse con ayuda de un cuidado interno y externo. El cuidado interno consiste en consumir menos azúcar y alimentos ricos en grasas. Conviene comer más verduras y frutas ricas en vitaminas. En cuanto al lavado, se debe realizar con agua tibia. Evitar frotar demasiado el cuero cabelludo mientras se aplica el champú.