Las mujeres jóvenes lo saben, durante la adolescencia es difÃcil escaparse de que aparezcan granos, puntos negros y que la piel se vuelva más grasienta. Por lo tanto, es posible atenuar los efectos del acné adoptando una higiene de vida sencilla y de modo cotidiano. Además, basta con tener un poco de sentido común para ver cómo los problemas de piel van desapareciendo.
Las pieles jóvenes deben limpiarse en profundidad para desprenderse de todas las impurezas. Pero la limpieza debe tomarse como un momento privilegiado, como el tiempo exclusivo para ocuparse de una misma, y por supuesto para limpiar la piel, con el fin de hacer de ese instante un tiempo de auténtico placer personal.
El tratamiento de la piel en tres etapas
Cuando se tiene acné, la primera cosa que se debe hacer es mantener una buena higiene personal. Es inútil lavarse continuamente la piel. Por otro lado, limpiar la cara con mucha frecuencia puede ocasionar que los problemas cutáneos se agraven. Basta con limpiarse el rostro dos veces al dÃa, adoptando ciertos gestos y una serie de productos de calidad.
Gesto nº1: Limpieza. La piel se estropea con el exceso de sebo, por eso conviene liberarla de todos los residuos con una limpieza por la mañana y otra antes de irse a la cama. Esta primera etapa ayuda a que nos desprendamos del exceso de sebo, pero también de la acumulación de contaminación y del maquillaje. Para eso, se debe elegir una serie de cuidados suaves, con productos sin jabón, hipoalergénicos, que no agredan la epidermis.
Gesto nº2: Exfoliar. Cuando se tiene acné, lavarse la cara dos veces al dÃa no es suficiente para desatascar los poros. Conviene aplicar un exfoliante (una vez a la semana) para desincrustar los poros y retirar las capas de células muertas que se van acumulando. La exfoliación debe realizarse después de la ducha, puesto que con el calor los poros se dilatan y son más fáciles de limpiar.
Además de limpiar en profundidad los poros, la exfoliación afina el grano de la piel y ofrece un mejor tono. Pero cuidado, no se deben aplicar productos demasiado abrasivos. Lo ideal es usar un exfoliante suave.
Gesto nº3: Cicatrizar. Después de haber limpiado la piel, es importante aportarle un cuidado cicatrizante. En caso de tener heridas o marcas, estos cuidados os serán muy útiles. Algunos geles son muy eficaces para secar los granos. Pero para encontrar el gel correcto, antes debéis conocer bien qué tipo de piel tenéis, asà como vuestro tipo concreto de acné. Vuestro dermatólogo o el propio farmacéutico serán los encargados de ofreceros el producto que mejor se adapte a cada caso.