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Debido a que las mujeres tenemos una composición corporal diferente a la de los hombres, con un mayor porcentaje de grasa que además se distribuye de forma diferente.

En las mujeres la distribución de grasa se da en glúteos, pecho, muslos y cadera, totalmente distinta a la que puede verse en el cuerpo de un hombre.

Ejercicio físico gran aliado de las mujeresPor ello, y para evitar acumular grasa de forma excesiva en esas zonas del cuerpo y además evitar la aparición de celulitis lo más recomendable es realizar trabajos regulares que incluyan ejercicios aeróbicos de dos a tres veces por semana y de tonificación una vez por semana.

Para completar adecuadamente el ciclo mencionado lo recomendable es intercalar sesiones de Yoga, Pilates o body balance ya que con cualquiera de estas disciplinas se cierra el círculo perfecto de un entrenamiento eficaz y con resultados que no tardarán en aparecer.

Asimismo, el ejercicio físico en las mujeres no solo sirve para quemar grasas y controlar o reducir la celulitis, sino que a partir de los cincuenta años y con la llegada de la menopausia suelen producirse ciertos cambios hormonales tales como la disminución del nivel de estrógenos y la posible aparición de la osteoporosis.

Ante este panorama y un estilo de vida sedentario puede producirse no solo los tan odiados depósitos de grasa sino también la pérdida de masa ósea, de allí que las mujeres que no hayan practicado actividad física durante su vida corren mayores riesgos de sufrir osteoporosis.

Los beneficios del ejercicio físico desde jóvenes contribuye a tener huesos más fuertes y llegada la madurez el ejercicio será fundamental para prevenir la pérdida ósea. Realizar actividad física y combinar ejercicios aeróbicos, que movilizan los principales músculos del cuerpo activando el ritmo cardíaco, son la mejor forma de quemar grasas, desintoxicarse y ayudar a combatir el estrés mejorando la calidad de vida para el futuro.

Alternar diferentes actividades físicas durante la semana como caminar no excediéndose en el esfuerzo inicial es fundamental para prevenir en la tercera edad sufrir las consecuencias de una vida sedentaria.