Durante el embarazo la alimentación cumple un papel importante tanto por la salud y bienestar de la mujer como del bebé y por ello es esencial prestar especial cuidado y atención en este aspecto, sobre todo, cuando se trata de mujeres que siguen una dieta vegetariana durante el embarazo.
Es necesario tener en cuenta que las mujeres que siguen una dieta vegetariana ingieren mayor cantidad de fibra pero menos de grasas y por lo tanto la consistencia energética de estas dietas puede resultar baja en esta etapa de su vida, habiéndose comprobado que este tipo de alimentación en los casos de ser muy estricta afecta el crecimiento y el peso del bebé al nacer
Entre los alimentos más importantes para cumplimentar las necesidades del bebé en una dieta vegetariana son los cereales, frutos secos, gluten de trigo, leche de soja, legumbres variadas y el queso de leche de soja, además de verduras y vegetales de hoja verde.
Por otra parte, para cumplimentar los nutrientes necesarios que de forma adicional son necesarios durante el embarazo, tales como las vitaminas B6, B12, calcio y el hierro pueden cubrirse con la ingesta de suplementos combinados que son especialmente diseñados para consumir durante la gestación, debiendo siempre ser recomendados por el médico.
Durante el embarazo también es necesario realizar un incremento de aproximadamente un 20% de la ingesta diaria de proteÃnas y por ello quienes no consumen carne o productos animales en general, pueden sufrir un déficit de estos elementos que en muchos casos se encuentran básicamente en esto productos, como carne, leche, huevos y pescado son algunos de ellos y por ello, de no consumirse será necesario incrementar el consumo de legumbres.
Tanto la ingesta baja de proteÃnas puede ocasionar mayores riesgos de sufrir hipertensión y por otra parte un consumo elevado puede causar consecuencias negativas en el feto, generando partos prematuros y mortalidad neonatal.
El hierro es también fundamental para el buen desarrollo del feto por ello la ingesta necesaria de hierro deberá duplicarse en el periodo de gestación, pasando de 15 a 30mg diarios, habéndose comprobado que las embarazadas que siguen dietas vegetarianas tienen niveles de hierro más bajos de lo normal, por lo que deben ingerir en abundancia alimentos como fruta fresca y frutos secos, verduras y vegetales de hoja verde, cereales integrales, legumbres y productos de soja, combinándolos con alimentos ricos en vitamina C para una mejor absorción del hierro.
Asimismo, en esta etapa de la vida de una mujer los niveles de calcio son menores en las personas vegetarianas siendo especialmente importante para embarazadas menores de 25 años, aumentar el consumo de alimentos que lo provean ya que sus huesos siguen creciendo en densidad, por ello para quienes no tomen lácteos, esta deficiencia se puede suplir con alimentos como leche de soja enriquecida con calcio, frutos secos, especialmente almendras e higos, cereales, tofú, legumbres y vegetales como las espinacas.
Ya durante el periodo de lactancia el cuerpo necesita unas 200 calorÃas más que durante el embarazo y esto puede  cubrirse aumentando la cantidad de legumbres, cereales y hortalizas.