Normalmente el organismo no dispone de la inmunidad necesaria para defenderse contra las bacterias. La solución para crear una barrera inmunitaria se encuentra en el contenido del plato y en una buena higiene de vida. Algunos alimentos se adaptan mejor para reforzar la inmunidad, por su contenido en vitaminas y minerales. Veamos la lista de alimentos que es necesario ingerir durante el invierno para protegernos naturalmente frente a los ataques externos.

Los cítricos

En invierno, es interesante realizar una cura de naranjas y limones. Ricos en vitamina C, ayudan a absorber el hierro que se consume en las verduras. Además, la vitamina C posee propiedades antioxidantes y estimula la producción de una molécula capaz de destruir los microbios. Por la mañana se debe adoptar el reflejo de tomar el zumo de un limón o de una naranja en el desayuno para mantenerse en forma durante todo el día.

El ajo

El ajo tiene muchos beneficios terapéuticos. En efecto, permite combatir cualquier clase de infección y protege contra los virus, el cáncer, etcétera. Por eso lo interesante es ingerirlo crudo y luego añadirlo a las ensaladas, al pescado, o a la carne.

ensalada

El té verde

Para reforzar naturalmente el sistema inmunitario y ser más resistente a las agresiones externas, lo ideal es hidratarse bebiendo té verde. Además de su efecto drenante y diurético, que ayuda a que los riñones funcionen correctamente y se limpien las toxinas, es rico en antioxidantes y polifenoles. Además, aporta energía. Por tanto, es bueno tomarse una pausa para beber un té reconfortante.

Las legumbres

En el menú de las defensas, debemos incluir las legumbres porque permiten producir anticuerpos. Lo ideal es consumir lentejas y semillas, que además tienen una alta tasa de virtudes saciantes que impiden sentir hambre, evitando la ingesta compulsiva de otros alimentos en invierno.

Los champiñones

Además de tener muy pocas calorías, los champiñones son conocidos por estimular el sistema inmunitario gracias a sus propiedades antivirales. Además, son ricos en selenio, conocido por su acción antioxidante. En resumen, comer champiñones, crudos o cocinados, permite preservar las células. Se pueden consumir en ensalada o como acompañamiento de un pescado o una carne.

Las ostras y mariscos

No hay nada mejor que añadir un poco de yodo en el plato para mantener alejado al médico y recuperar la vitalidad. Lo ideal es preparar una buena fuente de mariscos a base de ostras, langostinos, y cangrejos. Las ostras contienen una alta tasa de zinc, un oligoelemento que permite resistir las infecciones y ayuda a las células inmunitarias a producir moléculas antimicrobios.

El pan integral

No debemos dejar de consumir pan. Ciertamente es un grave error, sobre todo para las defensas inmunitarias. Pero más vale optar por pan integral, rico en hierro, y dejar de lado otras opciones como el pan blanco refinado. Una falta de hierro se traduce por lo general en una fatiga intensa, calambres, nerviosismo, etcétera. También es bueno consumir muesli por la mañana en caso de no querer o no poder comer pan.

El chocolate negro

Debemos dejar de culpabilizarnos cuando comemos chocolate negro, ya que es bueno para el sistema inmunitario. Rico en magnesio, el chocolate negro posee polifenoles que eliminan el estrés y ofrecen mucho placer. Por tanto, una buena opción es comer dos onzas de chocolate negro con el café.

Las verduras

Para eliminar los virus, es bueno comer muchas verduras, sobre todo aquellas de hojas verdes. En efecto, las espinacas son ricas en hierro y poseen un alto contenido en vitamina A, que estimula la producción de anticuerpos y la proliferación de glóbulos blancos.

Igualmente, las zanahorias son una excelente fuente de vitamina A, sobre todo si se consumen en zumo. Por tanto, en el menú diario debemos incluir verduras de temporada para preparar un plato colorista a base de espinacas crudas, calabaza, zanahoria. Sin duda, hablamos de un cóctel vitaminado para pasar el invierno sin síntomas de gripe.

El pescado graso

Para que el sistema inmunitario esté en su mejor disposición, es necesario aportar vitamina D. Para ello, debemos consumir pescado graso, rico en Omega 3, tal como el arenque ahumado, la sardina, el salmón, o la caballa. Se pueden variar los sabores aderezándolos con finas hierbas. La vitamina D es indispensable para controlar la inflamación.