La fibromialgia es una de las enfermedades más comunes entre una buena parte de las mujeres.
Por eso desde aquà queremos animar a todas las que sufran a llevar una alimentación muy equilibrada con el fin de beneficiarse de los efectos saludables que ese estilo de vida conlleva.
La dieta más recomendada, es una dieta con una reducción de los hidratos de carbono (complejos y simples), equilibrado de toda la materia grasa, exclusión de lácteos y de todos los alimentos industriales.
Muchos especialistas en la materia han reportado mejoras en sus pacientes por el uso de una dieta adecuada. No obstante, no todo el mundo puede consumir los alimentos que describiremos a continuación, dado que pueden ser alérgicos a estos.
Alimentos recomendados
Alcalinizantes del organismo: (ricos en sales como el potasio, calcio, magnesio y sodio): la lechuga, la escarola, el perejil, el plátano, el mijo, las almendras, el maÃz, las castañas, etc.
Ricos en ácidos grasos Omega 3: pescados azules, aceite de linaza o de canola, nueces, soja, germen de trigo y avellanas
Ricos en antioxidantes y calcio: manzana, pera, almendras, avellanas, sésamo, etc.
Verduras y hortalizas ricas en calcio, vitamina C, ácido fólico y beta-caroteno: zanahoria, cebolla, apio, col, etc.
Cereales integrales ricos en selenio, vitaminas del grupo B y fibra: trigo, avena, centeno, etc.
La soja y sus derivados aportan proteÃnas, calcio, hierro, yodo, magnesio, potasio, fósforo, ácido fólico y vitaminas del grupo B.
Alimentos no recomendados
Acidificantes del organismo (ricos en fósforo, azufre y cloro): Todos los que contienen aditivos y edulcorantes, las harinas refinadas, las conservas, etc.
Ricos en oxalatos: espinaca, acelga, remolacha, etc.
Ricos en grasas saturadas: carnes rojas grasas, embutidos, mantequilla, lácteos enteros, etc.
Ricos en purinas: vÃsceras, carnes rojas y mariscos
Vegetales solanáceos (contienen solanina, una toxina que aumenta la inflamación y el dolor): tomate, patata, pimiento, berenjena, etc.
El alcohol, la cafeÃna, la sal y los azúcares refinados irritan los músculos y perjudican al sistema inmune.
Cuando se produce acidosis por el abuso de estos alimentos aparecen sÃntomas como la falta crónica de energÃa, sabor agrio al despertar, propensión a la fatiga y el frÃo.
Además, la tendencia a la depresión, encÃas inflamadas y sensibles, caries, cabello sin brillo y alopecia, piel seca y agrietada, uñas frágiles y quebradizas, calambres y espasmos musculares, problemas de osteoartritis, aumento en el depósito de cristales en las articulaciones, propensión a sufrir infecciones y músculos doloridos