La dieta circadiana fue creada por la endocrinóloga Dra. Jakubowicz que se ha hecho popular a través de su libro “Ni una dieta más”.
Se trata de un plan para adelgazar utilizando la interacción de los alimentos que actúan sobre las hormonas y los neurotransmisores, además de todos aquellos procesos relacionados con el organismo y que tienen como finalidad el perder peso pero consumiendo aquellos alimentos que son adecuados y hacerlo en el momento indicado, o sea cuando tienen lugar esos procesos.
Esta dieta promete perder peso a través del seguimiento de determinadas reglas que se encuentran ligadas de forma estrecha con el gasto de energías que hace el organismo utilizando siempre las reservas de grasa que posee.
Es un entrenamiento que también le atribuye poder al cerebro para controlar el apetito y no volver a recaer en adicciones alimenticias que por lo general son la causa del sobrepeso y la obesidad.
Esta dieta se basa también en el estudio se los cambios de gastos de energía que el mismo organismo realiza y que se caracterizan por ser mayores durante la mañana y se vuelve más lento con la llegada de la tarde y la noche, ya que en ese momento del día el cuerpo comienza el ahorro de energía y la convierte entonces en reservas.
Por esa razón se aconseja que durante esas horas no se consuman grandes cantidades de alimentos para no subir de peso, teniendo en cuenta que el organismo durante las horas de sueño evita el gasto calórico.
La dieta circadiana aconseja de tres a cuatro comidas diarias pero siempre midiendo los alimentos que se consumen.
Por la mañana el desayuno será fundamental ya que es el horario donde el organismo realiza el mayor gasto calórico, ya que se prepara para afrontar el inicio de la jornada y por lo tanto una mayor actividad física.
El desayuno deberá contener fibra, proteínas y en muy poca cantidad se agregarán grasas y aceites, dándole prioridad a las frutas que son una fuente de energía ideal para comenzar el día.
La comida será equilibrada pudiendo consumir en ella ensaladas, carne, pescado o pollo, además de arroz integral y fruta.
Durante la tarde pueden ingerirse alimentos como manzana, gelatina diet y yogur desnatado pero siempre en cantidades moderadas y por la noche una cena muy liviana, como caldo de verduras, una infusión y yogurt natural desnatado, pero siempre en cantidades pequeñas ya que es el horario en el que el organismo no consume casi calorías, evitándose así que se acumulen en forma de depósitos de grasa.