Muchas veces no viene de más tener información básica sobre los métodos anticonceptivos que existen para poder decidir a conciencia cuál es mejor a la hora de tener control sobre nuestras relaciones sexuales y sus prevenciones.
Para empezar es necesario que tengamos en cuenta que no existe un método anticonceptivo mejor que el otro ya que todos tienen sus ventajas y desventajas, aunque sà que es cierto que cada cuál se siente más cómodo con uno o con otro.
A continuación os dejamos una lista de algunos de los métodos anticonceptivos que existen para que tengáis una pequeña lista de como son y sus efectos secundarios:
– Condones: son métodos anticonceptivos de barrera porqué bloquean el paso del esperma hasta el óvulo. El condón tiene una eficacia de un 98%. Aunque no presenta efectos secundarios conocidos, excepto para aquellos o aquellas que sean alérgicos al látex, si que es cierto que se puede correr algún riesgo, como puede ser el de rotura. También existen los condones femeninos, aunque su eficacia es algo menor, de un 95%.
– Anticonceptivos orales: las pÃldoras anticonceptivas tienen una eficacia de un 99,9% y pueden hacerse servir previa visita ginecológica y con receta médica. Aunque es uno de los métodos más seguros contra el embarazo, no previene ante ninguna enfermedad de transmisión sexual. También hay que vigilar pues depende la pÃldora puede tener efectos secundarios tales como problemas de tiroides o hormonales.
– La mini-pÃldora: de la misma manera que la pÃldora se toma una al dÃa y tiene una eficacia del 99,9% aproximadamente.
– DIU: es un dispositivo que se coloca dentro del utero que prohÃbe que el esperma pueda llegar al óvulo. Tiene una eficacia del 98% y se solicita en la visita médica.
– El parche: el parche anticonceptivo se coloca en el abdomen, el glúteo o la parte superior del cuerpo. El parche debe cambiarse cada semana y se coloca cada tres con una de descanso. Tiene un porcentaje del 99% contra la prevención del embarazo.
Aunque existen muchos más, con estos podréis haceros una idea del resto, no obstante, como siempre, la mejor opción, es consultar con el ginecólogo.