La primera causa de accidentes de vida corriente son las caÃdas, y además son más frecuentes y graves con la edad. Hay muchos factores que contribuyen a aumentar el riesgo y la gravedad de las caÃdas. En todo caso, las personas mayores suelen estar más frágiles por culpa de una disminución de sus capacidades fÃsicas. Mantener una actividad fÃsica regular permite reducir los riesgos de caÃdas y accidentes.
Los accidentes en personas mayores
Entre los factores que aumentan el riesgo de caÃdas, algunos están relacionados con el entorno: el suelo deslizante, luz insuficiente, actividad de riesgo… y otros que dependen del individuo: disminución de la visión, debilidad muscular, problemas de equilibrio, mala coordinación, enfermedad o medicamentos responsables de vértigos o de malestar… Las personas mayores suelen pertenecer a este último grupo. Un tercio de la población con más de 65 años se cae al menos una vez al año, con consecuencias cada vez más perjudiciales a medida que la edad aumenta.
Después de una caÃda, la vÃctima coge miedo a la hora de retomar la marcha. Limita sus desplazamientos y adopta una posición poco natural que la desequilibra corriendo el riesgo de volver a caerse.
Mantener la forma y las capacidades fÃsicas permite disminuir el riesgo de caÃdas y sus consecuencias: los músculos amortiguan el choque, los huesos se rompen con menor facilidad, la persona es capaz de levantarse sola.
Una alimentación equilibrada, ir con frecuencia al médico, un seguro de accidentes de la mujer, un entorno que garantice la seguridad, son consejos que permiten llevar una vida más tranquila, y que en caso de accidente se tenga la garantÃa de estar en manos de buenos profesionales en todos los sentidos, tanto económicamente como sanitariamente.
Moverse para estar en forma
La primera clave para limitar las caÃdas y sus consecuencias es la de permanecer en activo. Ir a comprar el pan o el periódico a pie, subir las escalera en vez de tomar el ascensor, cuidar del jardÃn de la casa, mantener la limpieza del hogar… o practicar ciertas actividades fÃsicas como caminar, gimnasia, bicicleta, natación, o por qué no, ir a bailar con la pareja o los amigos. Estas actividades permiten trabajar los músculos, pero también el equilibrio y la coordinación.