Es normal que durante las vacaciones muchos de nuestros planes para pasar en familia tengan que ver con excursiones o cualquier tipo de salidas en los que el sol, ese maravilloso elemento que caracteriza el verano de manera esplendorosa, sea uno de los protagonistas.
Está claro que el sol nos da la vida, sin embargo, también está claro que el sol puede causarnos un compendio de problemas que debemos tener en cuenta si no queremos notar sus efectos secundarios cuándo menos lo esperemos (¿y quién quiere ver como el sol amarga sus vacaciones cuándo éste deberÃa ser causa de alegrÃa?).
Muchas de vosotras se preguntará en qué puede el sol afectar a nuestro organismo, y es que su desconocimiento puede ser del todo peligroso. Por ejemplo, tomar el sol sin ponerse protección solar de ningún tipo puede ser altamente peligroso, no tanto para nosotras, madres o mujeres de jóvenes o de mediana edad, sino para los más pequeños o los más mayores. Las quemaduras del sol pueden llegar a ser casi tan peligrosas como las que pueden causarnos un incendio, asà que mucho cuidado en la playa o la piscina.
También, demasiadas horas prolongadas en contacto con el sol, sin sombrilla ni gorra y sin la hidratación adecuada, puede dar lugar a aquello que nombraremos insolación y que puede ser muy peligrosa. La insolación suele notarse por la falta de energÃa, el bajón que notamos en nuestro organismo y una especie de mareo continuo seguido, en el peor de los casos, de la perdida de conocimiento. A la insolación también podemos llamarla deshidratación o golpe de calor, y puede afectarnos a todos por igual, aunque suele ser mucho más peligrosa en la gente mayor.
Por otro lado, entre muchas otras consecuencias peligrosas, la más peligrosa es  la del cáncer de piel, que tiene su consecuencia en tomar el sol sin protección y de manera abusiva diversas veces, de ahà a que se estén llevando a cabo diversas campañas de concienciación desde el ministerio de salud.
Es necesario que cuándo vayamos en familia a cualquier lugar, tengamos en cuenta estas pequeñas cosas, que pueden convertir un pequeño dÃa de diversión en pura agonÃa.