Cuándo una relación empieza a ir en serio, hay un conjunto de cosas que empiezas a considerarse. No sabes cómo, pero de repente, empiezas a dejarte cosas en su casa o él cosas en la tuya. Si su ropa ocupa la mitad de tu armario, si tu cepillo de dientes reposa más tiempo en su casa que en la tuya, quizás va siendo hora que empecéis a pensar en la posibilidad de irse a vivir juntos.
Aunque corren los tiempos que corren, una de las posibilidades que más se adecuan a la etapa en la que nos encontramos, es la de vivir en pareja. Cierto es que la convivencia puede ser complicada, y es que nadie dijo que tuviera que ser fácil. Sin embargo, cuándo estas cosas suceden de manera natural, es cuándo realmente tenemos que empezar a preguntarnos si no va siendo hora de pensar en un cambio, en algo más oficial para nuestra relación de pareja.
Aunque irse a vivir juntos no sea la panacea, si que es una buena manera de plantearos el futuro junto. Si ya lleváis juntos el tiempo suficiente, es mejor arriesgarse ahora que no dentro de uno meses o unos años, al fin y al cabo, ¿para que alargar una relación que  no va durar en el tiempo? Es mejor arriesgarse ahora y ver como la cosa fluye a la hora de irse a vivir juntos, sobretodo si crees que esa persona tiene que ser la persona que te acompañe en el viaje de tu vida.
¿Cuándo irse a vivir juntos? Una de las máximas es que estés del todo convencido de tomar esta decisión. Muchas personas se agobian cuando piensan en la seriedad que representa irse a vivir con alguien. Son muchas las connotaciones que tiene esta acción, eso no lo podemos olvidar.
Por ello debemos aprender cuándo debemos irnos a vivir con esa persona a la que amamos, las cosas positivas también deben valorarse, y es que compartir las pequeñas cosas de la vida con alguien al que amamos es precioso, por no decir algo que compensa los pequeños problemas de la propia convivencia