Este artÃculo está especialmente indicado para todos aquello que se dedican al atletismo, o que están entrenando por cualquier motivo la carrera, bien por estar preparando pruebas, bien simplemente por diversión.
El entrenamiento de carrera, al igual que en otras disciplinas rechaza la monotonÃa, por lo que se hace indispensable preparar un programa variado y con progresión.
En primer lugar debeis analizar si quereis ser fondistas o velocistas, es decir si lo vuestro son las distancias largas o si, por el contrario os moveis menor en las distancias cortas.
En el primero de los casos, debeis tratar de salir a rodar y predispuestos a hacer muchos minutos. Al cabo de un mes deberÃais mentalizaros de hacer las mismas distancias en menos tiempo.
Es un tipo de entrenamiento que da poco juego en ese aspecto. No se requieren grandes musculaturas, por lo que tampoco podreis hacer mucho trabajo de gimnasio.
Por el contrario, debeis cuidar bastante la dieta puesto que cualquier kilo añadido os pesará como si fueran tres.
En el segundo de los casos, existen algunas opciones más. Los que tratan de mejorar los 100, 200 o 400 metros, tienen la posibilidad de entrenar series de esas mismas distancias o incluso superiores.
Se trata de ganar tiempo en poco tiempo.
Además, si lo vuestro es, especialmente los 60 metros o 100, entonces debeis preparar un programa de musculación, especialmente orientado a las piernas.
Unas piernas fuertes y musculadas permiten una mayor zancada y, por tanto, metros que os harán ahorrar tiempo y distancia. Es por ello que encontrareis corredores de mayor volumen corporal.
En este caso, los Farleys o cambios de ritmo, también lograrán un aumento de la resistencia ante la mayor intensidad del ejercicio. E incluso la subida habitual de escaleras corriendo tendrá el mismo efecto.
En ambos casos, la dieta es importante. No hay que pensar que la comida se quema corriendo, porque lo que tratamos de lograr es, precisamente estar más ligeros.
En el caso de los velocistas, el peso es mayor, pero favorece para lograr nuestro objetivo, puesto que es un peso muy limpio, es decir exento de grasas que pudieran retrasar nuestro avance.
Un entrenamiento habitual de carrera, combinando fondo con velocidad, es la combinación perfecta para una vida sana y una salud cardiovascular óptima.