Para sacar el mejor partido de una sesión de musculación de los hombros y reducir los riesgos de daños, conviene seguir estos consejos de musculación que se centran especialmente en un programan para los deltoides.
El mejor momento para trabajar los hombros
Evitar trabajar los hombros el dÃa antes o el dÃa después en el que se han trabajado los pectorales. Los deltoides anteriores se verán solicitados dos dÃas seguidos, lo que tendrá por consecuencia un sobreentrenamiento y peores resultados.
Trabajar conjuntamente los pectorales y los hombros no es incompatible, pero varÃa el orden en el que se ejerce el primer grupo muscular. Si se empieza siempre por los pectorales, los deltoides no se benefician del máximo de energÃa.
Trabajar la espalda con los hombros es una buena combinación porque aumenta la estabilidad del omóplato y reduce los riesgos de daños musculares.
El entrenamiento propiamente dicho
Nunca se deben utilizar cargas que no se puedan levantar correctamente. Unas cargas demasiado pesadas pueden provocar una degradación de la forma de la ejecución, y sobre todo de traumatismos a nivel muscular, articular, de los ligamentos y tendones.
Con los ejercicios de mancuernas para hombros, efectuados de pie, conviene garantizar una postura normal en todas las partes de la columna vertebral, cervical, torácica, y lumbar. Si se siente que la posición se deforma, hay que reducir la carga y adoptar una postura sentada y organizar otro ejercicio para los hombros.
El uso de mancuernas sentados es más estricto y estresa menos la región lumbar, particularmente cuando se utilizan cargas pesadas. Se trata de hacer movimientos unilaterales y de amplitud completa para ejercicios funcionales y especÃficos, a ciertas disciplinas deportivas.
Aumentar la definición muscular
Para resaltar las fibras musculares, no hay nada mejor como series largas, sobre todo si se pretende definir los hombros. Luego es necesario tener mucha motivación para efectuar series de 10, 20, 30, y 40 repeticiones.
Si la congestión muscular es insuficiente, y que tan solo quedan pocas series por realizar, conviene aumentar el número de repeticiones y machacar todavÃa más el deltoides.
Muchos deportistas de musculación no lo hacen con el pretexto de que se atienen al programa previsto, sin embargo esto no tiene ninguna importancia. La última serie debe permitir acabar el ejercicio con total belleza.
La contracción
Cuando se ejercitan los hombros, los músculos nunca deben relajarse. Si se contraen durante varios segundos en la parte superior de cada repetición, se está seguro de haberlo dado todo una vez la serie terminada. Hay que estar a la escucha del cuerpo. 12 repeticiones pueden ser suficientes, pero no siempre será el caso.
El resto de motivación
Por el contrario, buscar la sensación en el músculo por sà mismo y continuar hasta conseguirlo, que sea al cabo de 8, de 20, de 30, o más repeticiones, es un objetivo claro.
Conviene dejar el ego en el vestuario. No ocuparse de lo que realizan las demás. Si algunas levantan pesos mayores o que consiguen realizar mejor un ejercicio, para vosotras no debe tener ninguna importancia.
Se trata de concentrarse en el músculo. Y además, hay que focalizarse en el músculo que se está ejercitando, y no únicamente en el movimiento. La técnica es primordial. Hay que intentar superarse. Independientemente del objetivo buscado, este nunca se podrá alcanzar si se fijan los lÃmites en vuestras propias capacidades. Para aquella que acepta consagrar tiempo y esfuerzo, no existen los lÃmites.