La casa puede ser un lugar de disfrute personal o todo lo contrario. Existen personas que son maniáticas de la limpieza, obsesivas del orden y no descansan porque a la larga jornada laboral le suman horas de trabajo en casa.
Tener la casa limpia es muy sano a nivel de higiene fÃsica y mental pero cuando las tareas de la casa te controlan a ti, entonces, surge un problema.
1. En primer lugar, aprende a delegar y asume tus propios lÃmites. Si trabajas fuera de casa durante muchas horas, puede venirte muy bien contratar a un profesional para que te ayude en casa unas horas a la semana.
En ese caso, puedes consultar el tema con tus amigas y tu familia porque puede que te recomienden a alguien.
2. No asumas las tareas de la casa en solitario. TodavÃa existen casos de parejas en las que ellas siguen haciendo más en casa que ellos. Si tu pareja no colabora como tú esperas, entonces, enséñale que las cosas no se hacen solas. Haz tu parte pero no hagas la suya.
3. Aprovecha el fin de semana para hacer una limpieza más general en casa y poder centrarte en las tareas más inmediatas en el dÃa a dÃa.
4. Haz un calendario de organización de las tareas de la casa para tener un orden.
5. Cuida del entorno para hacer las tareas de la casa con mayor sensación de confort. Po ejemplo, puedes poner música de fondo.
6. Piensa en los beneficios que te reporta hacer las tareas de la casa más allá de los evidentes. Por ejemplo, puedes hacer ejercicio fÃsico y estar activo.
7. Aprende a premiarte a ti misma por el excelente trabajo que realizas en casa. Existen muchas amas de casa que sufren un sÃndrome de insatisfacción personal al sentirse poco valoradas y reconocidas por su familia.