El momento del baño es uno de los más relajantes. Ese pequeño placer cotidiano que produce numerosos beneficios no solo de salud. Sino también, de belleza. El primer paso para elegir un gel de baño saludable es invertir en un producto de calidad alta. Además de en centros comerciales y tiendas de belleza, también puedes encontrar un amplio catálogo de las mejores marcas de venta en farmacias. Los productos de venta en farmacia son especialmente recomendados para personas que tienen una piel sensible. Consulta con tu farmacéutico para que te asesore al respecto.
Un gel de ducha tiene una función terapéutica al mimar la piel. Por esta razón, para elegir el producto más eficaz es importante identificar el tipo de piel. Selecciona un producto que cubre tus necesidades. Por ejemplo, para cuidar la piel seca es saludable apostar por un gel hidratante que nutre en profundidad.
Al elegir un gel de ducha puedes tener en cuenta distintos factores, uno de los más atractivos es su aroma. Es decir, elige un gel que tenga una fragancia agradable. Sin embargo, nunca debes elegir un gel únicamente basándote en este aspecto aromático.
Aunque en ocasiones, se persigue en un gel de ducha el ideal de producir mucha espuma, conviene romper con este tópico que no significa calidad de un modo necesario. Es decir, los mejores geles no son los que más espuma producen. Por otra parte, tampoco es adecuado abusar de una excesiva cantidad de jabón en la bañera.
Otro de los errores habituales que solemos cometer en la ducha, especialmente durante el invierno, es subir en exceso la temperatura del agua buscando ese efecto térmico agradable. Sin embargo, esto puede resecar la piel. Es preferible priorizar la temperatura templada durante el baño y la ducha.
Consejos para un baño de relax
Además, al elegir un buen gel de baño también es muy importante atender a un factor básico: que el jabón se aclare con facilidad con el agua. En relación con este punto, dedica el tiempo necesario al aclarado para evitar que restos de jabón queden en tu piel, o restos de champú en el cabello.
En relación con el tiempo, un error frecuente es excederte en los minutos que pasas bajo el agua ya que una ducha de diez minutos es muy placentera. Además, otro error habitual es poner una atención excesiva en el factor precio del champú, sin atender a otros aspectos esenciales como las necesidades del cabello. Por ejemplo, una melena teñida necesita un tratamiento especÃfico para mantener el color.
Tampoco es recomendable ducharse más de una vez al dÃa. En caso de que, por algún motivo, tengas que ducharte dos veces en una misma jornada, es recomendable que la segunda ducha sea muy breve y que no te laves el cabello nuevamente.
Evita frotar tu piel con fuerza con la toalla al secarte después de la ducha. Además, aplica una crema hidratante en formato de loción corporal para mimar tu piel después de este agradable baño de relax.