Con frecuencia, se utiliza el concepto de estrés en un contexto coloquial para hacer referencia al malestar que experimenta una persona en forma de nerviosismo e inquietud. Sin embargo, existen diferentes tipos de estrés. En su forma positiva, el estrés es adaptativo a una situación en concreto. Por ejemplo, el nerviosismo previo a una entrevista de trabajo es un sÃntoma del interés que tiene esa persona en hacer realmente bien la prueba.
Sin embargo, existe otro tipo de estrés que resulta perjudicial para la salud: el distrés. Es decir, es una forma de malestar que se hace crónica. Este tipo de estrés habitual es tan negativo que incluso puede afectar a la salud de la piel puesto que potencia el envejecimiento.
Recién estrenado el año nuevo es un buen momento para tomar conciencia de cómo reducir el estrés te ayuda a ganar salud y belleza. Cuando una persona está estresada se muestra más apagada y apática. De hecho, como consecuencia del estrés y las ocupaciones diarias, en ocasiones, también se produce el efecto indirecto de no tener tiempo ni de cuidar de ti misma. ¿Cómo reducir el estrés para ganar salud y belleza?
Ideas para cuidarte y sentirte bien
1. Los viajes breves, escapadas sencillas de fin de semana, son una fórmula de bienestar que puedes practicar en invierno. Viajes de dos dÃas a un lugar próximo a tu casa, que no requiere de altas dosis de planificación. De hecho, seguro que si te lo propones puedes improvisar un viaje de estas caracterÃsticas. Viajar es una experiencia que activa los niveles de relajación gracias a sensaciones que están acompañadas por el agradable sabor de la novedad.
2. Si durante el verano te encanta nada, entonces, también puedes seguir disfrutando durante el invierno de tu deporte favorito gracias al servicio ofrecido por piscinas climatizadas.
3. Durante las rebajas, invierte en la compra de algún producto cosmético de calidad para cuidar y mimar tu piel.
4. Echa un vistazo a tu agenda para integrar en ella actividades de ocio y tiempo libre cuya finalidad principal sea el bienestar del aquà y el ahora. Por ejemplo, asistir a un taller de mindfulness para poner en práctica la atención plena.
5. Cómo te alimentas influye en tus niveles de estrés puesto que con frecuencia, cuando una persona se siente estresada descuida su alimentación. Por ejemplo, incluye en la cesta de la compra frutas y verduras del invierno. Ya puedes empezar a ver en los supermercados oferta de fresas. Una fruta que además de deliciosa es fácilmente combinable con diferentes recetas.
6. Tómate la vida con otro ritmo porque los tiempos más importantes, son aquellos que tú te marcas. Intenta rebajar las expectativas, liberarte del peso de ocupaciones constantes.
7. Además, no por preocpuarte más de las cosas, las dificultades se van a solucionar antes. En muchos casos, es mejor tomar distancia para poner en perspectiva la situación.
8. Realiza ejercicios de relajación porque a través del control de la respiración, todos tus músculos se relajan. Se destensan en forma de bienestar pleno.