Pasa el tiempo y a tu alrededor empiezan los susurros continuos en los que familiares, amigos y conocidos intentan adivinar de manera fortuita si el fruto de tu vientre es niño o niña. Sin embargo, dar una respuesta fiable antes de la prueba última y definitiva es bastante complicado.
Aunque muchos podamos decir que preferimos que sea de un sexo o del otro, lo cierto es que a la hora de la verdad la frase más común es la de «nada importa mientras esté sano y fuerte«.
Sin embargo, en el imaginario popular podemos encontrar un compendio de leyendas urbanas respecto a la predicción de si nuestro hijo será niño o niña.
Una de las más divertidas es la de coger un anillo de oro y ponerlo en una cadena, a modo de colgante. Se debe pasar el anillo sobre la palma de la mano de la embarazada un total de tres veces, y luego, a medio palmo de la mano, se debe dejar que el anillo nos prediga el sexo del niño. si el anillo empieza a dar cÃrculos sobre la palma, será niña, si en cambio se mueve de arriba a bajo de la palma, será niño.
A parte de este método poco cientÃfico que mencionamos, algunas otras leyendas mencionan la posición de la barriga o la forma de la misma, la fase lunar, el olor de la orina o la postura sexual a la hora de hacer el amor.
Aunque estas ideas puedan hacernos más o menos gracia, tenemos que tener claro que sólo podremos saber el sexo de nuestro bebé en las pruebas especÃficas que nos hacen en nuestros centros. Sólo será a partir de las 18 semanas que podremos empezar a ver en una ecografÃa si el ser vivo que llevamos dentro será niño o niña.
Sin embargo, no te obsesiones con este tema, sea niño o niña, piensa en lo feliz que vas a ser con él.