Cómo mejorar la comunicación entre padres y profesores

Una de las claves del bienestar infantil es que haya una comunicación real y frecuente entre padres y profesores. La casa y el colegio son los dos escenarios principales en la vida del niño. A su vez, padres y docentes son figuras de autoridad. Por tanto, conviene establecer un vínculo de colaboración que, de una forma bidireccional, sea el inicio de una relación positiva que evoluciona a lo largo del ciclo escolar.

Consejos de comunicación interpersonal

En primer lugar, es recomendable que tanto el padre como la madre acudan juntos a las tutorías escolares. El tema a tratar es de interés para ambos. Puede ocurrir que, por motivos de horario de trabajo, uno de los dos no pueda acudir en varias ocasiones. Sin embargo, sí es positivo que al menos en alguna ocasión, el tutor pueda charlar con ambos.

Además, es muy positivo llegar con puntualidad a las tutorías escolares. Lo ideal es llegar cinco minutos antes. Si por algún motivo surge un imprevisto que impide la asistencia a la reunión, es fundamental avisar personalmente. Para anular la charla o para posponerla para otro momento.

Así como en una entrevista de trabajo el trato que mantienes con el entrevistador se desarrolla en un contexto formal, las reuniones entre padres y profesores también se ubican en el plano de la formalidad. Aunque dentro de una comunicación próxima y cercana.

Como padres, es esencial escuchar las observaciones, indicaciones y recomendaciones del profesor, de forma asertiva, sin hacer juicios de valor negativos o interpretaciones subjetivas. Del mismo modo, también se debe evitar criticar cualquier actitud del profesor delante del niño. Incluso estando en desacuerdo. Esto debe hablarse personalmente con el docente. Pero al criticar a los profesores delante de los niños, se resta autoridad a una profesión tan vocacional e importante.

Consejos para tener una actitud de colaboración

Además, los padres también pueden incrementar el refuerzo positivo hacia la labor de los docentes a través de mensajes positivos. Uno de los más sencillos y necesarios es «muchas gracias por tu labor». Algunos profesionales sufren el síndrome del quemado porque se sienten muy poco valorados en la sociedad actual. Que la labor de un profesor sea hacer bien su trabajo no significa que los padres deban dar por supuesto el valor del reconocimiento que es tan importante desde el punto de vista de la motivación externa. 

Durante las reuniones escolares, es recomendable atender no solo al lenguaje verbal sino también, corporal. Por ejemplo, es aconsejable buscar el contacto visual durante la conversación. Este gesto incrementa la sinceridad. Además, evita gesticular en exceso. 

Puedes preparar previamente la charla, por ejemplo, anota en un bloc qué temas te gustaría tratar, qué dudas quieres consultar y cualquier aspecto que consideres que es importante aportar. Esta planificación también favorece el aprovechamiento del tiempo durante la reunión. ¿Y qué temas puedes comentar? Por ejemplo, si recientemente se ha producido un cambio importante en la familia y esto puede afectar al niño es clave que el profesor también lo sepa.