Cambio de estación, ritmo de vida enloquecido, malos hábitos alimenticios, etc, suelen ser la causa de una piel cansada, y de una tez descolorida. Veamos algunos consejos para retomar la buena salud de la epidermis.
Primera etapa, recuperar una cierta higiene de vida. Se debe disminuir el consumo de excitantes (café, té, bebidas a base de cola), y reemplazarlo por agua simplemente, o alguna tisana bio. Se debe dar prioridad a las verduras, disminuyendo la proporción de proteÃnas y féculas (sin por ello eliminarlas del todo).
Tomar el aire de manera regular. Media hora de marcha basta para oxigenar el cuerpo y también la piel. También es importante dejar de lado el tabaco, que es un factor mayor en una piel reactiva.
Una vez que se han retomado los buenos hábitos, empezaréis a notar los beneficios sobre la piel. Siempre se le puede dar un empujón para detener el estrés exterior que representa la contaminación, los cambios de temperatura.
Desde el punto de vista del interior, una cura de silicio orgánico permite fortalecer el cabello, las uñas, y regenerar la piel. La levadura de cerveza, con su fuerte contenido en vitaminas de grupo B también es una buena solución para recuperar la belleza desde el interior del organismo.
Los antioxidantes son un medio eficaz para prevenir y luchar contra el envejecimiento cutáneo. El acai, y las bayas de goji, o el selenio contribuyen a ralentizar el envejecimiento celular.
Desde el punto de vista del exterior, cambiad vuestra crema de dÃa habitual por una crema energizante para pieles cansadas o estresadas. La manteca de karité es un producto muy conveniente cuando se trata de reparar y nutrir eficazmente la piel. Para pieles grasas o con problemas, los cuidados a base de sal del Mar Muerto permiten reparar la piel suavemente, sin fragilizarla en exceso.
El secreto de una piel bonita durante todo el año es la sencillez y la regularidad en los cuidados. Cuidar el organismo desde dentro tiene efectos visibles e inmediatos sobre la piel.