Las personas no somos máquinas y nuestra mente también es vulnerable ante los efectos del cambio de ánimo, las circunstancias externas, las dificultades del trabajo y los errores en la gestión del tiempo. El reto después del regreso de las vacaciones y el inicio de un nuevo ciclo profesional es mantener la concentración de un modo habitual a través de rutinas especÃficas. ¿Cómo mantener la concentración en tu trabajo para aprovechar mejor tu jornada y sentirte mejor?
1. Si tu trabajo te lo permite, puedes alterar el orden en el que realizas las tareas con el objetivo de romper la rutina que en ocasiones se convierte en dificultad para mantener la atención cuando produce cierto tedio la monotonÃa. Del mismo modo, también es aconsejable realizar aquellas gestiones que requieren mayor concentración y esfuerzo a primera hora de la mañana.
2. Las personas también se sienten más cómodas trabajando cuando lo hacen en un espacio personal y cuidado. Personaliza tu oficina con algún detalle personal. Los detalles naturales también aportan bienestar. Puedes decorar el despacho colocando un ramo de flores en un jarrón.
3. Cada persona tiene sus propios puntos débiles en la concentración, sus propias dificultades que superar. Para poder avanzar en tu proceso de desarrollo personal, es positivo que identifiques estas áreas de mejora para poder concretar un plan de acción con el que superar esa dificultad.
4. Si el motivo de tu distracción tiene que ver con algún asunto pendiente de realizar o con alguna idea que se te ha ocurrido y que te gustarÃa llevar a cabo, anótala en la agenda. Una vez lo hayas hecho te sentirás preparada para avanzar con tus tareas.
5. Existen dÃas de trabajo que son especialmente duros. La técnica del premio es especialmente eficaz en este tipo de jornadas que invitan al desánimo. Para mantenerte enfocado en la realización de la tarea puedes motivarte a ti mismo con la visualización de un premio que te darás a ti mismo al salir del trabajo. La ilusión del premio actúa como un motor que ayuda a compensar la presión del esfuerzo.
6. Respeta el tiempo de descanso y desconecta completamente de los asuntos de la oficina. Aprovecha para charlar con tus compañeros y disfrutar de tu almuerzo.
7. Disfruta de tu trabajo como un medio que te permite aprender constantemente. El optimismo te ayuda a ser feliz en la oficina, y esta felicidad también incrementa la concentración. Toma decisiones prácticas. Por ejemplo, si estás realizando una tarea compleja que requiere mucha concentración, puedes poner un cartel en la puerta que diga: «No molestar, por favor». De este modo, se reducen las interrupciones.
Si tienes que realizar una tarea larga, puedes dividirla en periodos de tiempo intercalados con pausas. Si tienes dudas respecto a algún aspecto concreto, solicita la colaboración de algún compañero de trabajo.