Existen varios tipos de tacones: bobina, aguja, compensado… Y no es fácil saber elegir el que más nos conviene, y en función de qué ocasión. La cosa se complica además, a la hora de escoger la altura del tacón.
Dar un paseo con un tacón de 5, 8 ó 12 centÃmetros no es nada cómodo. Antes de lanzarnos a por el último par de zapatos de moda, es bueno conocer algunos consejos a la hora de elegir el tipo de tacón que más nos conviene.
Cuando tenemos una larga jornada de trabajo por delante, todas sabemos que debemos evitar los tacones demasiado altos. Pero, para una velada nocturna, la cosa cambia. Pero, esto que es una evidencia, no parece en la práctica tan sencillo. La cuestión está en que desde hace algunos años, los zapatos de tacón se han convertido en una obsesión en las pasarelas de moda. Ciertamente, son un buen medio para acceder a las grandes marcas de lujo, pero especialmente, son un medio para expresar la propia personalidad.
Para ira a trabajar, se debe optar por unos escarpines de plataformas. Suelen ser bastante cómodos, y realzan la feminidad, garantizando un bonito caminar, fluido y sensual. También son los perfectos aliados para una cita galante, o una cena entre amigos, puesto que se pueden llevar con una falda corola, un traje de chaqueta ceñido, o un vestido «femme fatale».
Si por el contrario os gusta bailar, lo ideal es ponerse unos zapatos de tacón compensado. Son más fáciles de llevar, especialmente cuando llegue el momento de volver a casa. Sin embargo, se debe evitar cierta altura, y nunca sobrepasar los 12 centÃmetros, si queremos evitar un posible esguince o torcedura de tobillo.
Si por ejemplo os invitan a una boda, se puede optar por una alternativa: una es la de usar unos peep toe de 8 centÃmetros, para la iglesia. Luego, durante la fiesta, unas bailarinas van muy bien. Otra posibilidad es la de llevar unos escarpines de tacón fino, de unos 5 centÃmetros de alto, pero no más.
En el caso de que seáis vosotras la novia, lo ideal es llevar unos babies, de no más de 8 centÃmetros. En todo caso, una máxima que siempre se debe aplicar es que no hay nada más antiestético que una mujer en unos zapatos equivocados.