La llegada de un bebé es ciertamente un motivo de alegrÃa, pero también puede convertirse en un motivo de preocupación, sobre todo cuando se vive en un apartamento de una habitación. Veamos algunos consejos para adaptar el apartamento a su nuevo inquilino.
Vosotras, junto con vuestra pareja, estáis felices por la llegada de un bebé. Sin embargo, como les ocurre a muchos matrimonios, no siempre tenéis los medios suficientes para cambiaros de piso, e ir a instalaros a uno más grande. En realidad se trata de acoger al bebé en un apartamento de una habitación, pero siempre en las mejores condiciones.
Compartir la habitación
Existen varias soluciones para preparar el lugar para el bebé. Primeramente, podéis decantaros por compartir vuestra alcoba con el niño, especialmente durante los tres primeros meses. En ese momento, es importante crearle su propio universo gracias a una cuna cubierta por un gran velo, o poniendo cortinas más propias para niños.
También se puede aislar una parte del espacio con ayuda de un biombo, o paneles japoneses deslizantes, o unas cortinas colgadas a través de un cable.
Una habitación para el niño
Si preferÃs dormir en habitaciones separadas, tendréis que decidiros por quién dormirá en la alcoba y quién en el salón. Por supuesto que siempre es más tentador que los padres conserven su propia habitación, sin embargo esto también puede representar algunos inconvenientes: ¿cómo vivir las veladas que se prolongan hasta tarde con los amigos, si tenéis un bebé que duerme en el salón, y cómo evitar la invasión de juguetes y de productos para el niño en la habitación principal de la casa?
Por lo tanto, puede ser preferible que invirtáis en un sofá-cama que sea cómodo, y que dejéis vuestro dormitorio al bebé, para que cada espacio esté bien adaptado a aquéllos que lo van a utilizar.
Crear una nueva habitación
Finalmente, en el caso de que seáis los propietarios de la casa, se puede establecer otro tipo de soluciones: la de dividir una habitación en dos para crear un tercer espacio cerrado. Se puede construir una pared de separación, sin olvidar de poner partes abiertas con ventanas, para que entre la luz natural de la habitación principal.