Hay muchas ocasiones en las que el ser humano debe  demostrar sus dotes de persuasión. Este tipo de conflictos pueden también hallarse en el puesto de trabajo, sobretodo cuándo estamos trabajando en proyectos y otro tipo de encargos en los que un supervisor tiene que darnos el visto bueno, sea como sea, convencer a alguien en el ámbito laboral es una situación bastante común.
Ante todo, debemos tener en cuenta que para convencer a alguien de algo primero debemos creérnoslo nosotros mismos. Con ello quiero decir que si los argumentos que te das a ti mismo para convencerte que aquello que has hecho es válido no funcionan, significa que tendrás problemas para convencer a un superior. Piensa que las dudas que tu mismo te expones no serán nada comparadas con ñas que te hará él, asà que tenlo en cuenta: para convencer a alguien primero debes convencerte a ti mismo.
Cuándo estemos seguros de qué lo que hemos hecho vale la pena, en ese momento, seremos capaces de convencer a cualquiera de qué es asÃ. ¿Cómo? ¡Muy sencillo! Haciendo que esté convencido de qué lo que le presentamos está bien.
Sabemos que a veces no es precisamente sencillo convencer a tu jefe o jefa de qué tu propuesta es maravillosa, pero si le das los argumentos que refuercen tu trabajo seguramente tendrás pocas objeciones. Antes de presentar sea lo que sea que te hayan pedido, haz una lista de todas aquellas cosas que te hacen creer que lo que has hecho es correcto, léela un par de veces y creétela, asà cuándo te pongan objeciones sabrás que decir sin quedarte en blanco.
Si sabes vender lo que haces de una manera satisfactoria conseguirás que sea tu propio superior el que defienda tu proyecto y es que para hacer algo y hacerlo a gusto, primero hay que querer hacer algo, y es por ello que hacer creer a la otra persona de qué quiere hacer algo es la solución definitiva de qué lo consiga.
Asà que si quieres convencer a alguien no dudes en usar estas dos fórmulas que te ofrecemos, son definitivas y te van a ayudar en lo que quieras conseguir.