Es normal que la embarazada note a medida que pasan las semanas, un aumento de hambre considerable. Es más, es posible que empiece a tener hambre a todas horas y que la tentación de picar y de sucumbir a los antojos sea prácticamente irresistible.
Es común que las futuras mamás tengan ganas de comer y de comer a todas horas y no precisamente ensaladas o judÃas, más bien los antojos son de cosas dulces y ricas, normalmente con una considerable aportación calórica.
La sensación de hambre es enorme, de repente sientes como un agujero negro se abre camino en el estómago y necesitas de cualquier manera rellenarlo con algo apetitoso. Este hambre atroz, aunque muchos dicen que es sólo un mito, suele aparecer a partir del segundo y el tercer trimestre de embarazo.
Aunque hay que controlar los atracones, ya que comer demasiado nos harÃa aumentar de peso un 50% más de lo que se considera normal, cierto es que éstos, a su vez, pueden llegar a tener cierto punto de positivo. Con eso queremos decir que durante los cuatro primeros meses de vida, en el cuerpo de la mujer se vayan almacenando reservas de grasa para preparar el camino al nacimiento del feto.
Indiferentemente, tal como hemos indicado, un aumento exagerado de peso, puede provocar lo que llamaremos una diabetes estacional que sólo afecta a las embarazadas y se desarrolla sobretodo durante el segundo trimestre, pero normalmente suelen manifestarse como cambios metabólicos de la mujer embarazada.
Sea como sea  a la hora de comer al sentirse tan hambrienta, la mujer embaraza opta por lo dulce y no por lo salado ya que lo primero puede llegar a producirle un placer con una inmediatez increÃble.
Lo importante es saber caer a estos antojos de manera inteligente y asà evitar un aumento de peso exagerado.