Una familia forma un equipo, sin embargo, es muy importante que también se potencie de una forma individual los vÃnculos afectivos en el seno de dicho grupo. Es decir, es adecuado que los padres compartan tiempo de forma independiente con cada uno de sus hijos y también, es esencial reforzar los planes de pareja.
Encontrar el equilibrio entre los espacios comunes y los espacios personales es una buena medida para equilibrar la balanza emocional. No es fácil conciliar el trabajo, cuidado de los niños y relación de pareja puesto que formar una familia también implica un aumento de las responsabilidades y una economÃa del tiempo. Con frecuencia, los niños requieren de tanta atención que la relación de pareja queda en un segundo plano durante un tiempo concreto.
Formar una familia también implica un reajuste en la economÃa familiar para hacer frente a los gastos. Uno de los pilares esenciales de una relación de pareja feliz es la comunicación asertiva.
Es decir, mantener un diálogo constante con la pareja ayuda a asumir las responsabilidades de una forma compartida en la nueva etapa y también, a compartir los miedos y las inseguridades.
Sin embargo, la comunicación no siempre fluye de una forma espontanea y natural, es muy importante dedicar espacio a la charla para potenciar el conocimiento mutuo. Dos personas se conocen en un momento determinado de su vida y se enamoran, sin embargo, ambas evolucionan como seres autónomos e independientes. Por ello, la comunicación es esencial para encontrar puntos de encuentro.
En este sentido, conviene puntualizar que la comunicación va más allá de las palabras en tanto que en ocasiones, es aquello que no se dice lo que es causa de bloqueo y de boicot. Por otra parte, los hechos también tienen una gran capacidad de comunicar un mensaje determinado, por ello, es esencial que exista una coherencia entre palabra y acción.
Es esencial reforzar la escucha activa para potenciar la empatÃa de poder ponerte en el lugar del otro. Existen centros que ofertan cursos sobre escuela de padres y educadores. En ese caso, como pareja, podéis animaros a participar en un taller formativo en el que poder obtener nuevos recursos.
También es esencial tener unas expectativas realistas ajustadas a la situación presente. Es decir, es normal que al tener niños, una pareja tenga una vida social menos intensa que en su etapa de solteros.
De lo que se trata es de vivir el presente y de no comparar constantemente el estado actual con el pasado sino de poner el punto de atención en el lado positivo que tiene cada etapa. La conciliación no es sencilla por ello, también es positivo pedir ayuda. Por ejemplo, es posible que los abuelos cuiden en algunos momentos del niño mientras la pareja disfruta de un plan de pareja.