Alimentarnos de manera saludable y con comidas sabrosas sin engordar es posible, ya que existe un principio que la mayoría de los especialistas en nutrición sostienen y es que comer sano adelgaza.
Las reglas que se deben seguir son muy simples para poder beber y comer sano sin temor a engordar.
Así, siguiendo algunas premisas básicas podremos lograr bajar de peso sin someternos a dietas estrictas y tediosas que además, en la mayoría de los casos no son equilibradas y pueden traernos otros problemas de salud.
Las dos comidas principales que se realice en el día no deberán contener un alto contenido de proteínas como carne, pescado, huevos, queso. Preparar ensaladas, vegetales y frutas frescas variando sus combinaciones ayudará a bajar de peso, no pasar hambre y mejorar la digestión, además de asegurarnos el consumo apropiado de proteínas, vitaminas y minerales esenciales para nuestro cuerpo.
Por otra parte, es aconsejable utilizar aceite y vinagre sólo para la preparación de ensaladas y no ingerir estos alimentos en combinación con otros.
Hacer del acto de comer un momento placentero, comiendo y bebiendo despacio y de forma moderada, saborear los alimentos es una manera de aprender a comer bien y “gustar” realmente de cada comida.
Preparar nuestro organismo para recibir los alimentos comenzando cada comida con frutas o zumos de frutas o un plato de caldo de verduras o de carne, esto incrementa los ácidos digestivos y ayudará luego a una buena digestión de las proteínas.
Haciéndolo de esta manera cuando estos alimentos llegan al estómago antes que la comida principal las células producen unas hormonas denominadas «secretín» que a través de la corriente sanguínea llegan al resto de los órganos y ayudan a una mejor digestión.
Pueden ingerirse antes de la comida principal algunas aceitunas o quesos magros que logran el objetivo buscado sin aportar gran cantidad de calorías.
Disfrutar de la vida sin estar constantemente pensando en el peso y la dieta, sacarse la obsesión de comer puede ser algo altamente gratificante una vez que lo logramos.
No saltearse las comidas es un hábito saludable ya que se ha comprobado que se adelgaza mucho más comiendo cada tres horas una pequeña cantidad de alimentos ya que por un lado nunca se tendrá hambre y por el otro el aparato digestivo trabaja más y como consecuencia de ello se consumen las calorías de forma rápida.
En cada comida principal el límite serán dos platos uno de carne, pollo o huevos acompañados por vegetales y un postre.
Dejar de beber durante las comidas, pero ingerir de ocho a diez vasos de agua durante el día.
Reducir la ingesta de alcohol y utilizar con moderación la sal y el azúcar que son los principales enemigos de una figura esbelta.
Asimismo, muchas bebidas pueden aportarnos calorías de más así como lo hacen otros alimentos, sobre todo teniendo en cuenta que, con excepción del agua todas las bebidas aportan calorías al organismo.
Son consejos sencillo de seguir y que harán toda la diferencia cuando demantener la figura o de adelgazar se trata.